Cómo elegir los componentes de un entorno cliente/servidor
A la hora de optar por un entorno cliente/servidor para adaptarlo a las necesidades de cualquier organización empresarial, es necesario tener en cuenta una serie de factores clave. El primero de ellos, y sin duda el fundamental, es elegir adecuadamente sus componentes aislados de forma que no surja ningún problema al llevar a cabo la implementación del conjunto.
El primer punto a tener en cuenta para elegir una solución global adecuada a los requerimientos de cualquier empresa es la utilización de sistemas abiertos, debido a la posibilidad que éstos ofrecen a un entorno cliente/servidor de ajustarse mejor a los requerimientos del mercado.
Existe una amplia variedad de plataformas y sistemas operativos que encajan dentro de esta categoría, incrementando la competitividad y reduciendo costes de forma potencial. Los sistemas abiertos poseen componentes hardware y sistemas operativos con especificaciones aceptadas por la industria, adoptadas todas ellas por un amplio número de fabricantes.
Aún así, algunos de estos estándares son más aceptados que otros, aunque a la hora de elegir, hacerlo por un servidor que funcione sobre un sistema operativo conocido y ampliamente aceptado facilita la expansión y la gestión en red.
En lo que respecta a redes, cualquier referencia a Unix pasa necesariamente por otra referencia obligada a TCP/IP, el protocolo estándar de comunicación para este entorno. De cualquier forma, sería cometer un error no considerar la existencia de otros sistemas de red, muchos de ellos propietarios, aunque la mayoría de las compañías ya poseen un estándar de alguna clase.
Al hablar del cliente, sin embargo, existe una mayor amplitud de elección, ya que en un relativamente pequeño número de casos, es absolutamente necesario elegir Unix como sistema operativo. En este sentido, la elección de un entorno gráfico para el cliente abre inmediatamente el acceso a un amplio rango de aplicaciones encapsuladas, así como a una multitud de herramientas de desarrollo y de ampliación de productividad para el usuario final.
Servidores de bases de datos
Es imposible imaginar un entorno cliente/servidor, donde todo está diseñado para facilitar información a los usuarios en cualquier punto de su lugar de trabajo, sin la presencia de un sistema de gestión de bases de datos (SGBD), cuyo trabajo no es otro que el de gestionar todos los datos disponibles. Un SGBD debe poseer al menos una serie de capacidades técnicas fundamentales, sin las cuales es imposible operar en entorno cliente/servidor.
En primer lugar, debe permitir la implementación del modelo cliente/servidor descrito anteriormente, así como el alto rendimiento requerido en aplicaciones críticas de proceso on-line, ofreciendo, igualmente, seguridad en el manejo de datos y el control de acceso.
Asimismo, el SGBD ha de asegurar una disponibilidad absoluta, de forma que el entorno permanezca bajo servicio 24 horas al día, al tiempo que debe ser portable a través de diferentes plataformas para que pueda garantizarse la escalabilidad, una de las principales características de la arquitectura cliente servidor.
El Sistema de Gestión de Bases de Datos debe también permitir el uso de diferentes protocolos de red para poder ser usado en entornos heterogéneos y, por último, pero no menos importante, ha de ofrecer acceso a los datos distribuidos a través de diferentes servidores.
Formación
La formación es un elemento de capital importancia para el éxito de cualquier proyecto en el que un equipo de trabajo tiene que enfrentarse a los retos de crear una nueva cultura, una nueva mentalidad, una nueva visión y un aproximamiento distinto a la solución de problemas.
Al implementar arquitecturas cliente/servidor todos estos retos están presentes, pero a ellos se suman otros específicos. Aunque pueda parecer una paradoja, cuanto más altamente especializados y mayor número de conocimientos poseen los técnicos de un equipo, el proceso de implementación, en lugar de simplificarse se complica.
El equipo entero ha de estar formado y entrenado para acostumbrarse al nuevo entorno. Todos los profesionales implicados deben adquirir un claro conocimiento del entorno como un todo y de cómo cada componente individual funciona enlazado a los demás. Deben ser, por supuesto, especialistas, pero todos ellos necesitan tener una idea clara de cómo opera el sistema en su totalidad. Otro aspecto a tener en cuenta es cómo proceder ante la natural resistencia a los cambios siempre que se introduce un elemento nuevo en un entorno de trabajo, dando a entender que el nuevo sistema lo único que hará es solucionar problemas.
Es evidente que nada de esto puede adquirirse sin tiempo ni experiencia, pero el primer paso para conseguirlo es mediante la formación, ya que sólo los profesionales competentes con una amplia experiencia previa en implementación de arquitecturas cliente/servidor serán requeridos para poner en funcionamiento todo el proceso.
En el artículo que cierra este Cuaderno Cliente/Servidor, se incide especialmente en la problemática de la formación asociada a estos entornos.
Soporte técnico
La arquitectura cliente/servidor es por definición un entorno heterogéneo. Por esta razón, es necesario consultar a los fabricantes de los distintos componentes del sistema y visitar a los clientes que ya tienen instalado el entorno. Para implementar esta arquitectura con éxito es fundamental que exista un compromiso de cooperación entre todos los fabricantes y usuarios implicados.
En este entorno no hay lugar para evitar responsabilidades, ni mucho menos para culpar a los demás fabricantes de errores en el sistema que podrían ser propios. De esta forma queda claro que la mejor manera de comprobar la calidad de servicio que otorga un fabricante es preguntar a sus clientes.