Cómo comprar un portátil... y no arrepentirse

Todo particular o empresa que desee adquirir un ordenador portátil debe tener en consideración tres factores determinantes que en IBM denominamos ‘las 3 P”: prestaciones, portabilidad y presupuesto. Antes de adquirir un equipo es muy importante que el usuario defina con exactitud cuáles son sus necesidades reales y, por tanto, qué factor debe primar en la decisión de compra.
Una vez que el usuario ha analizado sus necesidades y determinado que requiere un equipo que pueda llevar consigo con cierta asiduidad, deberá optar por un ordenador portátil de menos de 2,5 Kg. (en torno a 2 Kg. para una necesidad de movilidad medio-alta y alrededor de 1,5 Kg. para una máxima portabilidad) y prestar especial atención a los siguientes elementos:
• Procesador. Es fundamental que los ordenadores portátiles incorporen tecnología móvil (procesador, chipset y placa base), ya que ofrece un mayor rendimiento con menor consumo, lo que se traduce en una mayor velocidad de procesador y duración de la batería. Además, reduce el nivel de calentamiento del equipo, que a la larga supone un incremento de la vida del ordenador y sus componentes.
• Duración de la batería. La autonomía también es un aspecto clave. Hay que tener en consideración aspectos técnicos de la batería, como el número de celdas, el material utilizado y el tiempo de recarga. Para una necesidad de movilidad media es recomendable baterías de ion litio de, al menos, 6 celdas (hasta 9) que ofrezcan una duración mínima de 4 horas. También hay que tener en cuenta la posibilidad de incorporar baterías adicionales sin sacrificar peso y modularidad.
• Conectividad. Es un aspecto que está cobrando gran importancia, por lo que los equipos deben integrar todas las posibilidades de comunicación, tanto por cable como inalámbricas: Bluetooth, Wi-Fi, infrarrojos, Ethernet, módem. En el caso de las comunicaciones inalámbricas resulta clave el diseño y ubicación de las antenas para garantizar una recepción óptima de la señal. Recomendamos evitar las antenas en la zona de trabajo, ya que el usuario provoca interferencias. También es importante que el equipo disponga de herramientas de software que faciliten la gestión de las comunicaciones, tanto por cable como inalámbricas, y el cambio de unas a otras.
• Capacidad de expansión. Hay que contemplar la compra del equipo a largo plazo, por lo que la posibilidad de ampliación es un factor fundamental. Debemos prestar especial atención a la capacidad de ampliación de memoria y almacenamiento, así como a la posibilidad de intercambiar dispositivos en bahías abiertas.
• Resistencia y durabilidad. En este punto cobran especial importancia los materiales empleados. Recomendamos materiales ligeros y de alta resistencia como el titanio, el magnesio y la fibra de carbono, y desaconsejamos la elección de equipos con carcasas de plástico. Asimismo, debemos fijarnos en los elementos de protección del equipo prestando especial atención a los cierres, que evitan una apertura indeseada y protegen la pantalla (dos mejor que uno), y al sistema de protección del disco duro, que absorbe los impactos de los posibles golpes recibidos por el equipo.
• Seguridad. Dadas las crecientes necesidades de seguridad, es aconsejable que el equipo incorpore elementos de seguridad adicionales a los tradicionales de software, como chips de seguridad integrados, que permiten encriptar las claves en una unidad independiente de hardware y no en el disco duro, dificultando el acceso; o lectores de huellas dactilares, que simplifican la gestión de un número elevado de claves.
• Diseño. No sólo entendido como un elemento estético, sino como un factor de ergonomía y funcionalidad. Son aspectos a tener en cuenta un teclado de tamaño estándar, un sistema de puntero versátil y cómodo. El diseño del chasis del equipo y del sistema de ventilación también son importantes.
• Facilidad de uso. Además de los elementos de hardware, los usuarios están demandando cada vez más la incorporación de soluciones que faciliten la utilización de los equipos, incrementen su autonomía y minimicen la necesidad de intervención por parte del usuario, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero. En este sentido, debe comprobar que los equipos disponen de una serie de utilidades de ayuda y herramientas de soporte y migración, tales como el acceso directo a la página de soporte –para descargar todas las actualizaciones y drivers–, soluciones para la recuperación de datos, sistemas para simplificar la migración de un equipo antiguo a otro nuevo, gestores de conexiones, etc.

Pascual Martínez, director de Productos PC de IBM Sur de Europa

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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