Comelta fabricará TPVs para IBM. Intento de reflotar la compañía electrónica.
La compañía española Comelta ultima las conversaciones con IBM para fabricar terminales punto de venta (TPVs) en su planta del Parque Tecnológico del Vallès, que serán suministrados a la multinacional norteamericana, según ha podido saber COMPUTERWORLD. El futuro acuerdo, que puede ascender a 1.000 millones de pesetas, ha sido confirmado por el director general de Comelta, Manuel Ortiz, quien no ha ampliado la información. IBM, por su parte, también ha confirmado la existencia del contacto entre las dos empresas pero sin dar mayores detalles, limitándose a señalar tan sólo que el citado acuerdo no afecta en absoluto a la fábrica de Valencia.
Como se recordará, la fábrica de IBM en Valencia depende ahora plenamente de IBM España, como División de Fabricación de la subsidiaria española. Joaquín Moya-Angeler, máximo responsable de IBM en nuestro país, declaró el pasado mes de febrero que la fábrica de Valencia, además de trabajar para IBM, produciría productos para terceros -incluso productos no informáticos- con el fin de obtener la máxima rentabilidad y evitar una difícil reconversión. El presente acuerdo parece plantear algunas dudas sobre el propósito inicial de Moya-Angeler.
Comelta suspendió pagos el pasado 23 de diciembre y ahora el Banco Central Hispano controla la compañía con más del 51% del capital. Fundada en 1976, Comelta se dedica a la comercialización de componentes electrónicos, la fabricación de ordenadores para aplicaciones industriales y terminales de pago. En el momento de la suspensión, la compañía presentaba un pasivo de 6.800 millones de pesetas y un activo de 13.259 millones. Las ventas del ejercicio de 1991 ascendieron a 9.500 millones de pesetas. La fuerte recesión del mercado electrónico e informático y las deudas no satisfechas de clientes como el fabricante de ordenadores APD (600 millones), Omni Proces (170 millones) y Juguetes Feber (80) fueron las principales razones que la empresa esgrimió para tomar la medida. Los principales acreedores eran Caja España (1.058 millones de pesetas), Banco Central (880 millones), Exterior (686), C. Transatlántico (252 millones), Urquijo (135 millones), Fomento (125 millones), Guipuzcoano (100 millones), Promoleasing (405 millones) y Leasing Inmobiliario (180 millones).
La planta y oficinas centrales se trasladaron al PTV en septiembre de 1991, iniciando tres proyectos básicos para el futuro de la compañía: creación de un nuevo conjunto de módulo en torno al bus VME, un sistema industrial de placas electrónicas compatibles con el BUS PC y el diseño integral de un terminal punto de venta avanzado, objeto del contrato con IBM.