COBOL sí, COBOL no

Una discusión permanente que se adentra en el futuro

A pesar de los constantes ataques que COBOL viene sufriendo desde sus comienzos, este lenguaje ha sobrevivido y puede estar orgulloso de seguir siendo válido hoy en día. Afirmar en estos tiempos de programación visual, orientación a objetos y multimedia, donde casi cada día aparecen nuevos conceptos y herramientas en los sistemas de información, que un lenguaje de programación que cuenta con más de treinta años de antigüedad es válido, puede parecer sorprendente. Sin embargo, los millones de líneas de código escritas en COBOL que se ejecutan cada día en ordenadores de todo el mundo demuestran esta realidad. La incógnita está en su futuro.

A lo largo de su existencia, COBOL ha sufrido el anuncio de su obsolescencia numerosas veces y el de su inmediata sustitución por una nueva generación de mágicos y poderosos lenguajes, lo que todavía no ha llegado a suceder. De hecho, ha sido un lenguaje que se ha mantenido en este universo informático a la defensiva durante las tres décadas de su existencia.

Las principales críticas han llegado en muchas ocasiones desde determinados sectores del mundo científico-universitario, más favorables a los lenguajes ensambladores y al FORTRAN. Pero además, con la aparición de los lenguajes de cuarta generación, mucho más atractivos, los estudiantes de informática se entusiasmaron, siendo de nuevo COBOL el anciano a jubilar.

Evidentemente, a COBOL se le pueden poner muchas pegas. Por un lado, hay que admitir que es un lenguaje que no permite "bajar" al nivel de los ensambladores o de C, ni puede competir con FORTRAN a la hora de hacer una aplicación que requiera mucho cálculo numérico, utilización de matrices y números complejos. Por otro, no es el lenguaje más cómodo para definir una interfaz de usuario y, mucho menos, si lo que queremos es que sea gráfica y con orientación a objetos.

Lo peor: su data division

Cada cual tiene sus manías particulares pero parece que la mayoría de los programadores están de acuerdo en afirmar que lo que más odian del COBOL es el trabajo que supone la definición de sus estructuras de datos. Realmente, escribir una buena DATA DIVISION puede llegar a ser muy aburrido y, el no hacerlo con suficiente cuidado va a provocar errores con toda seguridad.

A otros, lo que realmente les molesta es trabajar con un lenguaje que tiene más años que ellos mismos. De hecho los estudios de Ingeniería Informática no incluyen la enseñanza de COBOL en sus programas (mientras que incluyen C) lo que podría ser un punto clave en la decisión de un director de informática: si su elección para la empresa es COBOL tiene que ser consciente de los gastos en formación.

Los hay que desesperan ante los lenguajes compilados, donde para ver el resultado de sus esfuerzos es necesario escribir, compilar, probar,...¡desde luego, nada que ver con los dinámicos SQL interactivos!.

En el campo de los mainframes se puede decir que las empresas trabajan mayoritariamente con COBOL, sobre todo en cuanto a bancos, cajas de ahorro y compañías de seguros se refiere. El resto está ocupado casi en su totalidad por el lenguaje C, el cual recientemente está dando que hablar con su versión orientada a objetos, el C++. De este lenguaje se puede decir que es bastante portátil, que dispone de muchas herramientas y que es consistente. Una de sus pegas es que es demasiado complejo y, al igual que el COBOL, es un lenguaje de tercera generación. Desde luego, a la hora de elegir es un lenguaje a tener en cuenta, ya que hoy en día se está empleando para algunas ingenierías de software muy inspiradas.

Lo mejor: su claridad

El COBOL es un lenguaje que sirve para cualquier tipo de desarrollo. Es un lenguaje evolucionado cuyos verbos y construcciones sintácticas permiten a los programadores escribir códigos complejos con claridad. Además, a pesar de la proclamada portabilidad de otros lenguajes, COBOL es el entorno de programación más portable que se puede encontrar en la actualidad: MVS, Unix, OS/2, Windows y DOS. Está cualidad es muy importante a tener en cuenta en la introducción a la tecnología orientada a objetos en la producción de software de negocios. Object Oriented COBOL ya está disponible con el respaldo de las especificaciones estándar de ANSI. El modelo de objetos usado en COBOL va muy bien con la informática necesaria en los negocios y su lenguaje y especificaciones son claras y comprensibles. Por último, hay que mencionar que herramientas basadas en COBOL se están convirtiendo en una atractiva oportunidad para el desarrollo GUI (Graphical User Interface), ahora que están quedando atrás las trabas de los sistemas operativos desktop de 16 bits.

Su claridad facilita el mantenimiento

La claridad del COBOL permite en la mayoría de los casos que el propio programa sirva como documentación del mismo, sin necesidad de añadir líneas de comentarios explicativos.

El ciclo de vida de las aplicaciones clásicas de gestión suele ser muy largo, lo cual obliga a muchas revisiones y adaptaciones de los programas que las componen. Es entonces cuando la claridad del COBOL se muestra de máxima utilidad, ya que el programa lleva años de servicio, suele tener la documentación desfasada o ésta es inexistente y frecuentemente fue escrito por otras personas distintas a las encargadas de su revisión.

Otra de las características más importantes del lenguaje que nos ocupa, que es precisamente la culpable tanto de sus detractores como de sus amantes, es su set de instrucciones. Se trata de un conjunto de "palabras reservadas" que no son otra cosa que expresiones corrientes del idioma inglés y unas reglas de sintaxis claramente definidas que van diciendo al ordenador que es lo que tiene que hacer en cada momento: para sumar utilizamos la instrucción "add"; para mover utilizamos la instrucción "move"; para restar utilizamos "subtract", etc. De esta forma, los listados de un programa son fáciles de leer y su propósito se entiende a primera vista. Así, en los manuales de COBOL se suele decir que los programas se escriben en un lenguaje cotidiano pero, obviamente, esto sólo es válido para los angloparlantes.

Ideal para el mundo de los negocios

COBOL es, sin duda, el lenguaje más extendido en las aplicaciones de informática de gestión, de hecho fue creado para este fin.

En 1959 el Gobierno de los Estados Unidos, usuario más importante de ordenadores en todo el mundo, convocó una reunión a la que asistieron representantes del Gobierno, fabricantes, usuarios y otra serie de organismos y entidades interesadas. El objetivo era definir un único lenguaje para el empleo de los ordenadores en las aplicaciones de gestión. Después de múltiples discusiones y estudios entre las diferentes comisiones creadas, en abril de 1960 salieron a la luz pública las especificaciones del COBOL. COBOL son las siglas que responden al nombre Common Business Oriented Language (lenguaje orientado a los negocios).

Al poco tiempo las corporaciones financieras adoptaron el uso del lenguaje recién creado para sus procesos batch en los mainframes de sus centros de cálculo electrónico. La implantación y el éxito de COBOL en este campo de la informática, se debe a su capacidad de manejo de una gran cantidad de datos y de realización de operaciones sencillas de cálculo a alta velocidad.

A mediados de 1980, muchos pensaron que al lenguaje COBOL le faltaban pocos meses para su expiración. En 1982 ya se podían escuchar opiniones en ambientes universitarios como la de que la enseñanza de COBOL debería ser perseguida como delito. En 1984, el comité internacional para la defensa del COBOL decidió tomar acción ante el apabullante bombardeo que el lenguaje estaba recibiendo a raíz de la revisión de los estándares internacionales americanos de 1974. Esta acción dio como resultado el ANS COBOL 85. Cambiaron el proce

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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