Claves de los servidores hiperdensos

Un concepto clave dentro de las organizaciones

La edificación de la infraestructura de Internet y la tendencia a a escalar en los centros de datos han creado en las empresas la necesidad de emplear un mayor número de servidores, particularmente en las aplicaciones de front-end de la red como web serving, media streaming y caching. Además, las aplicaciones para clustering y granjas están demandando la utilización de más recursos informáticos. Sin embargo, las organizaciones de la tecnología de la información (TI) ven restringidos sus recursos cada vez más, tanto en lo que se refiere a personal como a presupuestos.

Establecer mayor número de servidores requiere mayores recursos de personal, energía y espacio, además de volver la administración del sistema más compleja. El resultado es que a menudo las necesidades de personal, espacio físico y energía exceden los recursos disponibles de la empresa TI. Además, las necesidades de los clientes pueden fluctuar rápidamente, y eso produce que la planificación de los recursos se convierta en un reto aún mayor y la infrautilización de los recursos más problemática.
Sin embargo, todos estos problemas pueden afrontarse con la utilización de servidores hiperdensos, también conocidos como “blades”, un tipo de servidor que permite adecuarse a la TI a las necesidades de los clientes con un tipo de servidor que, entre otras ventajas, permite utilizarlo inmediatamente, aumentar la densidad y gestionarlo de manera remota.
Los sistemas ProLiant BL e-Class son los primeros servidores front-end hiperdensos diseñados para cubrir las necesidades de las empresas con limitaciones de espacio y para compañías especializadas en proveer servicios. Este tipo de servidores están compuestos por cuatro componentes clave: el servidor blade, el recinto del servidor blade, una bandeja interconectable para la conexión en red mediante cables y un Administrador Integrado para la gestión local y remota fuera de línea.
Los servidores hiperdensos basan su rendimiento en un diseño que maximiza la potencia de procesamiento en relación con la superficie que ocupa al tiempo que reduce el consumo de energía. Las tecnologías que disminuyen el consumo de energía utilizadas en los servidores hiperdensos incluyen la utilización de un procesador, un chipset y un disco duro de bajo consumo.
Sin embargo, la optimización del consumo de energía en los blades no supone una pérdida de potencia. Así, los procesadores Pentium III de consumo ultrabajo que se utilizan para este tipo de servidores incluyen la misma tecnología de alto rendimiento que otros procesadores Pentium III basados en Tualatin. Esto significa que los servidores hiperdensos ProLiant BL e-Class están diseñados para proporcionar altos niveles de disponibilidad que no son habituales en los servidores ultradensos front-end. Esta alta disponibilidad está basada en un sistema con características de gestión de fallos y tolerante a fallos. Las características redundantes eliminan las interrupciones de servicio que puedan deberse a fallos en los componentes, y además reducen el tiempo de recuperación. En el caso de los ProLiant BL e-Class, el sistema incluye tanto la gestión como la tolerancia a fallos, e incluyen suministro de energía y ventiladores conectables en caliente
La optimización del espacio del CPD es una de las principales cualidades de estos servicios hiperdensos. En primer lugar, los ingenieros diseñan el subsistema de energía y lo comprimen térmicamente. Una vez que el subsistema de energía base ha sido establecido, los servidores blades se diseñan utilizando los componentes más reducidos y los insertan allí donde es posible. Finalmente, el equipo de diseño extrae todos los componentes que forman parte del servidor hiperdenso, de forma que puedan ser compartidos o conectados de maneras diferentes.
Pero el ahorro de espacio que permiten los servidores hiperdensos no se limita únicamente a cada uno de los blades. Estos pueden incluirse en grupos de 20, acompañados de fuentes de energía, ventiladores y bandejas de interconexión redundantes. Un rack estándar admite catorce de estos grupos. De esta forma, un rack estándar admitiría 280 servidores hiperdensos ProLiant.
Por otro lado, los servidores hiperdensos o blades tienen una gestión integrada, que facilita la configuración y utilización de todos los sistemas en un entorno de negocios activo y su utilización de manera compatible con las herramientas ya existentes, como el Insight Manager 7 u otros sistemas SNMP.
Para agilizar la gestión, se dota a este tipo de servidores de un Administrador Integrado, que consiste en un sistema autónomo dotado de su propio procesador de gestión dedicado, 64 MB de RAM, 8 MB de FlashROM y gestión dedicada 10/100. El Administrador Integrado soporta los protocolos estándar de la industria, tales como Telnet, SecureShell (SSH), HTTP y Secure Sockets Layer de 128 bit, y proporciona mecanismos de acceso estandar y altos niveles de seguridad. Dado que el Administrador Integrado es un módulo en sí mismo, su funcionamiento es completamente independiente de los servidores blade, lo que le permite realizar funciones importantes como el rebotado de los servidores blades o la creación de privilegios de acceso al grupo .
Todas estas características convierten la utilización de los servidores hiperdensos en la respuesta a las necesidades que exponíamos al principio de alto rendimiento con unos recursos y un espacio limitados. Esta tecnología se extenderá paulatinamente a sistemas más potentes –sistemas de 2 y 4 vías- que incorporen las características de máxima disponibilidad que conocemos en los servidores estándares pero sin sacrificar las ventajas de máxima optimización del espacio antes comentadas.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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