Científicos de la Universidad Carlos III crean un DNI del rostro

Las técnicas de reconocimiento basadas en los rasgos del rostro, conocidas como biometría facial, suelen basarse en la búsqueda de las diferencias que presenta la cara de una persona con respecto a todas las demás. En cambio, un grupo de científicos de la Universidad Carlos III de Madrid ha decido abordar este problema desde un punto de vista distinto. “La diferencia entre nuestro trabajo y la mayoría de los que aparecen en este campo es la idea de modelos individualizados”, explica uno de los autores de la investigación, el matemático David Delgado, del Departamento de Estadística de la UC3M. “Nuestro objetivo - continúa - es crear un modelo para cada persona que remarque las características más discriminantes de cada rostro, como una especie de DNI facial".



La principal complicación a la hora de utilizar este tipo de sistemas es la iluminación, que puede cambiar el color de la cara. Otro de los retos a los que se enfrentan es el paso del tiempo, porque según va envejeciendo la persona puede ir cambiando el rostro, engordando o adelgazando, apareciendo arrugas, lo que puede engañar a los clasificadores. En cambio, indican los investigadores, tiene una gran ventaja frente a otros sistemas biométricos: no necesita la interacción directa de la persona, como ocurre con la identificación por huella dactilar o por el iris, por ejemplo.