Centros de datos modulares
En los últimos años, IBM, Dell, HP y Oracle, además de otras muchas compañías grandes y pequeñas, se han esforzado por cambiar la forma en la que las empresas ven y crean los centros de datos. Las construcciones tradicionales han dado paso a un modelo más flexible y económico: las modulares.
En un inicio, los escépticos comparaban este tipo de edificaciones con las casas prefabricadas, pero hoy el interés por esta tecnología ha crecido tanto que algunos opinan que éste será el estándar del futuro de los centros de datos.
Michelle Bailey, investigadora de tendencias de centros de datos para IDC, piensa que “los gigantescos centros de datos han muerto” para dar paso a este modelo que en los próximos cinco años se convertirá en el sistema más utilizado. “Habrá que tener muy buenas razones para construir un centro de datos enorme y repleto de máquinas, aunque a veces las empresas se vean forzadas a construir ese tipo de instalaciones simplemente para cumplir con los requisitos locales”.
Albert Lee, analista senior de Enterprise Management Associates, comparte esta opinión. “Desde la perspectiva de las tendencias en el mundo de la tecnología es el camino a seguir. La siguiente generación de centros de datos seguirá ese modelo”. Además, señala que cada vez hay más proveedores de sistemas modulares, lo que prueba que está creciendo la demanda.
Tres estilos de construcción
Existen tres estilos de sistemas modulares. Por un lado, los contenedores reconvertidos, donde el proveedor introduce los equipos de TI para luego transportarlos a la ubicación elegida por el cliente.
Por otro lado, algunos proveedores empiezan a ofrecer estructuras prefabricadas diseñadas para brindar más flexibilidad en espacio interior y en la configuración del diseño. Se montan total o parcialmente en la fábrica y luego se llevan a la ubicación elegida, donde se termina la instalación.
El tercer sistema es un modelo híbrido que combina el enfoque modular con el tradicional. Los proveedores ofrecen en alquiler espacios modulares que se pueden configurar y ampliar para instalarlos dentro de grandes edificios de oficinas o fábricas.
Muchos proveedores de módulos, sobre todo los que fabrican contenedores, presentan sus ofertas como paquetes ‘todo en uno’ donde incluyen servidores y toda la infraestructura, además de la instalación eléctrica, la refrigeración… Este tipo de sistemas ofrecen una solución completa, desde la planificación a la posibilidad de hacer posteriores ampliaciones. “Puede ser lo más conveniente o una trampa, depende de cómo se mire”, añade Lee, apuntando que los clientes pueden acabar sucumbiendo a la velocidad, ahorro y conveniencia a corto plazo, obviando los servicios personalizados, de configuración y soporte que ofrecen otros proveedores.
Pros y contras
Pero los centros de datos modulares aún se encuentran en una fase muy temprana. Bailey estima que en 2010 se vendieron unos 85 y predice que este año las ventas estarán en torno a los 145.
La popularidad de los centros de datos modulares está en la promesa de que cualquier compañía puede añadir un espacio de TI en menos tiempo y por menos dinero que construyendo o ampliando su centro de forma convencional. Además, el modelo modular se puede ubicar en casi cualquier lugar. Sólo precisa de acceso a electricidad, agua y recursos en red.
Otra ventaja es que son escalables, permiten empezar por algo pequeño e ir añadiendo más espacio a medida que es necesario.
Eso sí, estos centros también tienen algunas desventajas, como la dependencia que supone de los proveedores. También hay que recordar que innovaciones como la virtualización y el cloud computing pueden solucionar la necesidad de un espacio adicional sin necesidad de invertir en infraestructura.
Además, no siempre son la mejor opción para todas las empresas. Si una empresa puede predecir de forma fiable cuál será su crecimiento en TI y pronosticar la potencia que necesitará quizás debería optar por un modelo de construcción tradicional.
Los analistas aconsejan visitar una de estas instalaciones antes de decantarse por ella, para que las empresas vean que realmente se adapta a sus necesidades.