Centro de Textos Electrónico, S.A.
Gutenberg entra en la autopista europea
Centro de Textos Electrónico (CTE) lo tiene claro: el futuro de las artes gráficas gira en torno a las telecomunicaciones. O, lo que es lo mismo, de las autopistas de la información. Transmitir directamente imágenes digitalizadas a los centros de impresión es el objetivo de esta compañía española pionera en el mundo de la preimpresión. Y para ello está recogiendo la experiencia del proyecto EuroPublishing de la CE, que potenciará el uso de la tecnología ATM de la mano de la editorial alemana Burda.
Las comunicaciones no son algo ajeno a la actividad de CTE. Desde hace más de diez años edita, a través de modem, el Boletín diario de la Bolsa de Barcelona, y realiza el folleto de tarjetas anuladas de MasterCard y VISA. En ese lapso de tiempo el sector de las artes gráficas se ha visto envuelto en un trascendental cambio tecnológico. Ahora la informática y las telecomunicaciones tienen un papel básico. Eso lo sabe muy bien el presidente de CTE, Francesc Narbona, con más de 40 años en el sector. No quedarse atrás en el tren de la competitividad es una de las razones que mueve su constante participación en proyectos europeos y la incorporación de las últimas tecnologías.
Por este motivo en 1989 la empresa se apunta al proyecto Dimpe (Distributed Integrated Multimedia Publishing Environment). Enmarcado en el RACE, estuvo promovido por los editores Maxwell y Burda y fabricantes como Alcatel, Linotype-Hell y Scitex. El proyecto culminó con la Barcelona del 92: CTE se conectó con Londres y Munich para transmitir textos e imágenes en color de forma digital y acceder directamente a los sistemas de preimpresión que informaron de los Juegos Olímpicos. Se trataba de "estimular el mercado editorial, hacer posible una distribución más sólida a la vez que ágil vía telecomunicaciones e incluir la edición asistida por ordenador, utilizando los productos multimedia y la RDSI conmutada para la transmisión de imágenes", señala Narbona.
La semilla dió pronto sus frutos. El año pasado CTE se incorporó a un proyecto más ambicioso: el EuroPublishing, una extensión del Dimpe basada en el sistema ATM (Asynchronous Transfer Mode). Este nuevo plan está destinado a la transmisión de bloques de información de 32 Mb/s, treinta veces superior a la RDSI (de 64 Kb/s a 2 Mb/s). Como novedad significativa, las mismas empresas participantes en el Dimpe contemplan el paso directo a plancha de offset y a cilindro en hueco.
La realización satisfactoria del proyecto Dimpe y el EuroPublishing es fruto del planteamiento orientado a una futura implantación estratégica de CTE en el sector, para gestionar y facilitar la información a los medios de comunicación impresa, según comenta Francesc Narbona. "A medida que Telefónica acabe de implantar sus líneas RDSI conmutada en nuestro país, CTE intentará entrar en el sector de servicios vía telecomunicaciones".
Mientras llega el momento, la empresa prosigue con sus actividades principales, como son la preimpresión digital (entre otros clientes trabaja para un editor inglés) o el suministro de información de la Bolsa Barcelona con el formato definitivo para la impresión en las ediciones diarias de varios periódicos españoles (desde el Correo Gallego a Huelva Sur) e incluso desarrolla productos informáticos como la Fototeca. En la actualidad CTE cuenta con una cartera de 20 clientes, entre ellos la propia Generalitat de Catalunya. "Nuestra filosofía es tener clientes de todo tipo y con algunos trabajamos desde hace muchos años", según Narbona. Siguen teniendo un impresor al que le llevan los fotolitos y las planchas pero "nos hemos desmarcado de nuestros colegas dando servicios completos; es decir, producto acabado, impreso, y dando soporte. Y ahora ofrecemos el CD-Rom. Hemos tomado el rumbo de las tecnologías y las ofrecemos a nuestra clientela actual y futura", añade. También edita los principales directorios de empresas del país, entre los que destacan Dicodi, Fomento de la Producción (ya en CD-Rom) y Dun & Bradstreet, o la Agenda de la Comunicación del Ministerio de la Presidencia son "productos hechos totalmente por CTE".
El PC ha sido la base de los servicios bursátiles a través de modem. Un simple 386 se encarga de realizar automáticamente todos los procesos (incluso los cálculos, altas y bajas de valores) y maquetar las páginas, que envía al programa QuarkXPress para su comprobación visual y efectuar las últimas correcciones. Finalmente, del Macintosh IIc se envía, a través del OPI, al área de filmación.
La compañía inicia la estandarización de sus procesos en base a terminales Bondwell y el programa Compagitex, y crean una red de diseño propio que, hace cuatro años, fue sustituida por una Novell 3.11. Junto con la aparición de QuarkXpress se produce "un gran cambio" en la empresa, según explica Jordi Ortihuela, responsable de telecomunicaciones junto con Jordi Compte, dedicado a los proyectos europeos. Pero también instalan Pagemaker y otras tecnologías "ya que la filosofía de es aceptar cualquier tipo de soporte, desde PC a Macintosh". El programa Compagitex y los PC "se quedan muy atrasados" y se decide ir hacia la plataforma Macintosh, aunque permanecen algunos PC.
Actualmente la empresa cuenta con doce puestos de trabajo (6 PC y 6 Mac. La red informática incluye también otros equipos: la filmadora Monotype Image Master 300 con software RIP Autologic (1.900 ppi) y un escaner de tambor Optronix, que ofrece mayor calidad que los planos. En pruebas, se está utilizando una estación de trabajo Dush 40Q, un Mac clónico equivalente a un Quadra 910, para escanear y retocar imágenes. Con los años, los ficheros manejados por CTE han ido multiplicando el número de bytes que contienen: mientras que en los inicios de la empresa una revista solía ocupar menos de 500 Kb, ahora es habitual que supere los 2 Gigabytes, según sus propias estimaciones. El gran volumen de esos ficheros provoca un gran tráfico en toda la red, que ya está bastante saturada. En un día normal de trabajo se pueden mover internamente 4 Gbytes de información.
Acelerar la red
A medida que las digitalizaciones empiezan a ocupar mayor espacio, los técnicos ven necesario adoptar un software OPI que permita acelerar la velocidad de la red. El OPI cumple dos funciones: mantener las colas de impresión y, "gran maravilla", sustituir las imágenes de alta resolución por unas de baja. "Esto permite, al trabajar con documentos de QuarkXPres o Pagemaker, incluir imágenes de baja resolución que tendrán, en el peor de los casos 700 K, y el original no se mueve físicamente del OPI". Cuando se envía a imprimir el documento el OPI la sustituye por la imagen original y se envía todo a filmar. Con ello se reduce drásticamente el tráfico de red y facilita, de una forma integrada, el control de toda la distribución de impresión.
También se está reorganizando la estructura en base a dos estrategias: introducir un servidor de ficheros OPI más rápido y, por otro lado, separar físicamente en dos redes (que estarán unidas por un bridge), la filmación (que consume grandes recursos) de la autoedición. La informática crecerá por el área de escaner con varios Quadras y se sustituirá el Work Group Server 95 por un PowerMac 7166.
El siguiente paso será incluir dos líneas externas de proveedores: la RDSI, que actualmente no entra directamente en red, sino mediante un punto a punto con dos operadores. Y el próximo mes de julio efectuarán las primeras pruebas de una red ATM, que significará multiplicar por diez la velocidad (ahora es de 10 Mbits) y pasará a ser de 34 Mbits para colaboraciones externas. "Permitirá aumentar mucho la capacidad y alcanzar una calidad del tipo huecograbado". La interconexión facilitará, por ejemplo, que el cliente vea las pruebas (maquetaciones) y haga las correcciones sobre los mismos originales que se modifican vía RDSI. Pero en color todavía se continuarán utilizan