Censura en China: un estudio revela cómo funciona
La Universidad de Harvard ha analizado el funcionamiento de la censura online en China, una práctica que busca evitar las protestas ciudadanas, no tanto bloquear las críticas hacia el Gobierno.
Los censores de Internet en China permiten a los usuarios en el país criticar libremente al Gobierno, pero se apresuran a borrar mensajes de los medios sociales que tengan el potencial de comenzar cualquier tipo de protestas, según sugiere un nuevo estudio de la Universidad de Harvard publicado la pasada semana.
"Con respecto a las conversaciones, el pueblo chino está libre de forma individual, pero más vigilado de manera colectiva en las cadenas", expone el estudio, que fue llevado a cabo por el profesor de Harvard Gary King y dos candidatos de doctorado de la universidad, Jennifer Pan y Margaret Roberts.
China ha sido durante mucho tiempo famosa por su estricta censura de Internet en la lucha contra contenidos contrarios al Gobierno, el bloqueo de sitios como Facebook y Twitter o las obligaciones que imponen a las redes sociales del país para borrar mensajes o búsquedas sobre temas delicados.
Para controlar toda la información, las autoridades han desplegado entre 20.000 y 50.000 “policías de Internet” para censurar los contenidos no deseados, de acuerdo a las estimaciones del estudio, al mismo tiempo que emplean entre 250.000 y 300.000 comentaristas para publicar información positiva sobre el Gobierno. Junto a ineficientes herramientas que detectan y bloquean ciertas palabras clave, las autoridades deben leer y eliminar de forma manual el contenido que no le gusta al régimen chino, agrega el estudio.
Para comprender mejor los temas a los que las autoridades eran propensas a censurar, el estudio analizó millones de mensajes de los medios sociales en 1.382 sitios web durante el primer semestre de 2011. Para reducir su investigación, los investigadores eligieron plataformas de medios sociales como blogs y foros donde los usuarios pueden expresar sus opiniones, pero excluyó a microblogs como Twitter.
A través de su análisis, el estudio detectó que la censura de Internet en China suprime en gran medida los temas que involucran la posibilidad de incitar a la protesta social. Esto quedó probado ya que dos de los temas más censurados fueron las protestas en la región de Mongolia y en Zengcheng, una ciudad en la provincia de Guangdong. En ambos casos, el Ejecutivo chino se enfrentó con la masa social, dando lugar a peleas y manifestaciones varias.
Otros temas que fueron censurados de forma masiva fueron la detención del artista chino Ai Weiwei, la indignación por los niños que sufrieron envenenamiento por plomo en la provincia china de Jiangsu y el bombardeo de varios edificios gubernamentales por un campesino chino descontento, cuyas tierras fueron confiscadas por las autoridades.
Pero el estudio también encontró miles de mensajes sociales que criticaron duramente el gobierno, pero aún así se mantuvieron en línea, siendo accesibles por los usuarios tanto de dentro como de fuera del país. "De hecho, a pesar de la censura generalizada de los medios de comunicación social, nos encontramos con que el pueblo chino escribe críticas mordaces de su gobierno y sus líderes, pero la probabilidad de que su mensaje será censurado no aumenta", explica el estudio.
La policía de Internet en China es capaz de eliminar el contenido objeto de la censura en las 24 horas siguientes a la publicación, afirma el informe. El estudio también encontró que los aumentos o disminuciones abruptas en la censura de Internet también puede ser señal de una acción inminente por el gobierno. Por ejemplo, en los días antes de la detención del artista chino Ai Weiwei, el estudio halló un aumento en los mensajes censurados acerca de él. Una tendencia similar ocurrió con el exjefe de la policía china Wang Lijun los días antes de ser degradado.