Cambios en Digital España

Enrique Martínez de Meana ha dejado la dirección general de Digital Equipment Corporation España, al ser promovido a Director para Europa de la recién creada división de Consultoría y Servicios Estratégicos de Digital. Este hecho es analizado bajo parámetros diametralmente opuestos, aunque convergentes en lo esencial: Recuperar y mejorar buenos resultados para la empresa. Unos lo inscriben en la necesidad sentida de introducir cambios radicales en la vigente operativa por lo que, consecuentemente, es imprescindible el relevo del más alto mandatario. Y la manera más elegante de llevarlo a cabo -siguiendo con su argumentación- es la creación de una unidad de negocio exploratoria que, si aporta expectativas de tener futuro, se potenciará hasta donde sea necesario mientras que, de no generar fuentes alternativas de facturación, se acabarían las probaturas y se procedería a su cierre. Este planteamiento de entender la sustitución en la cúspide como una corriente dominante para combatir la crisis del sector, sintoniza con lo escrito en el editorial del pasado número 560 de nuestro semanario: Los que aprecian el panorama muy sombrío, apuntan soluciones revolucionarias como base de partida para vislumbrar con más claridad los nuevos horizontes. Entre sus propuestas destaca, como perentoria, los cambios en las direcciones generales. Apoyan esta argumentación en estudios realizados en otros países sobre los destacables porcentajes de sustituciones en las cúpulas de las empresas durante los dos últimos años, y los objetivos que están consiguiendo. Dicen que no tratan de profetizar sobre prácticas que ya están aportando vida a muchas sociedades enfermas, e intentan llamar la atención para que se medite sobre ello.

En principio, a Martínez de Meana le han otorgado plenos poderes para organizar, estructurar y poner en marcha la división recién creada, pero nada se ha dicho del tiempo que le conceden para comenzar a exigirle cuentas. Una vez analizadas las posibilidades de negocio y focalizados los primeros objetivos, ¿podrá presentar la relación de recursos indispensables para no defraudar y será atendida su propuesta inmediatamente? ¿Le obligarán a una prudente y paulatina progresión? En este supuesto, la apertura de delegaciones en diferentes países, ¿será escalonada y condicionada a buenos resultados en las que ya trabajen, o se hará simultáneamente aunque con los mínimos medios? Todo comienzo necesita preparación, y todo despegue debe ir precedido de períodos de rodaje. Parece normal, por lo tanto, que Martínez de Meana disponga de su primer despacho en el mismo edificio, el de DEC España, donde tenía el anterior de director general de esta empresa. Pero, los que ven segundas intenciones en la misión que le han encomendado, extraen síntomas de cicatería y de ausencia de convicción en la tarea a desarrollar. ¡Como si las cosas fructificasen por generación espontánea!. En este caso, la manida frase de que hay que dar tiempo al tiempo, se adorna con ribetes de sensatez.

En contrapunto con la visión anterior, se encuentran los que califican el nuevo nombramiento de Martínez de Meana como un gesto meditado de confianza por parte del Presidente Europeo de Digital, Vizenzo Damiani, quien, con una vasta experiencia profesional en puestos de gran responsabilidad en IBM, dijo en el acto de su toma de posesión a primeros del presente año: En la actualidad, Digital está en situación de crecer y ampliar su fuerte presencia en el mercado europeo. Es una satisfacción para mí tener la oportunidad de dirigir Digital Europa durante una etapa tan interesante como esta. Las operaciones en Europa, que representan más de la mitad de los ingresos de Digital, tienen una importancia vital para el futuro de la compañía. Evidentemente, Damiani sabe lo que quiere y actúa en consecuencia. Pero, si todas las decisiones responden a un plan racionalmente concebido, tendrá que tener ya elegida la persona que ocupará la dirección de DEC España. ¿O es que, ni antes ni después del nombramiento de Martínez de Meana, ha tratado con él este tema? Como estas cosas no se improvisan, ¿está pensado adrede que, durante un tiempo, parezca que la empresa está acéfala? ¿Por qué? ¿Quién es el responsable, mientras designen director general, de las decisiones importantes, comprometidas e incluso de las que incumben a proyectos plurianuales? ¿Todavía Martínez de Meana? Lo cierto es que no se comprende bien el porqué no se han producido, casi sin solución de continuidad, los dos nombramientos.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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