Cambio de tercio.
El vendaval levantado en el mundo de los negocios por el reciente nombramiento de Louis Gerstner, como presidente de IBM, no tiene visos de amainar. No solamente los magnates de la industria han expresado sus controvertidas opiniones sobre el asunto, también analistas y clientes, levantan ya sus voces para expresar sus deseos de renovación aprovechando el cambio en la cúpula.
No es fácil, evidentemente la tarea a la que habrá de hacer frente la nueva cabeza visible del gigante (?) azul. Poco se puede añadir, a las opiniones ya expresadas por nombres de mucho peso, con respecto a la designación del hombre de Nabisco. Leyendo y escuchando los veredictos, por que en esto se han convertido algunas opiniones, cabe preguntarse, si al menos a Gerstner se le concederán los famosos cien días de tregua, que se les conceden a todos los presidentes democráticos, una vez que son elegidos.
Cabe la posibilidad de pensar que detrás de las envenenadas opiniones expresadas por muchos, existe un malestar gestado durante años, con la compañía cuyos destinos se le han encargado ahora al nuevo presidente. La prepotencia engendra en muchas ocasiones malestares que solo salen a la luz, cuando el árbol está caído, y es innegable que si bien no parece ser ésta la postura actual de IBM, si que lo ha sido durante muchos años colocándose por encima del bien y del mal. Durante el pasado año, hemos asistido a relevos importantes de presidentes de muchas compañías, y ninguno ha levantado tanta polvareda.
Ahora bien, las cosas son como son, y si aplicamos aquél famoso dicho de que cuando IBM estornuda, los demás se acatarran, no es extraño que sigan corriendo ríos de tinta, sobre el nuevo capitán de la nave azul.
Este es un momento de oro para el fabricante norteamericano, en el sentido de que una vez rota la tradición de elegir presidente entre su vieja guardia, pueden empezar a romperse muchas más.
Esta por lo menos es la opinión expresada por un grupo de analistas de las más importantes consultoras americanas del mercado como Gartner Group o IDC. Una vez conocido el nombramiento de Gerstner, la mayoría de ellos coinciden en afirmar que el primer planteamiento de la nueva dirección habrá de ser una revisión de toda la gama de productos que actualmente ofrece este fabricante, con el fin de eliminar paulatinamente todos aquellos que realmente no resulten rentables y que la empresa mantiene por imagen. Las líneas maestras que debería seguir la reorganización de IBM a juicio de los expertos son las siguientes: en lo relativo a mainframes, línea donde la empresa alcanzó unas ventas de 12,7 billones de dólares el pasado ejercicio, se debería profundizar en la puesta en marcha y comercialización de la nueva generación de sistemas de procesos masivamente paralelos, donde la demanda puede aumentar un 20% en este año. La bajada de precios hasta más o menos la mitad de los actuales, también habrá de ser tenida en cuenta, si la multinacional americana pretende seguir siendo competitiva.
La gama estrella del fabricante, los AS/400 de los que se calcula que hay vendidos más de 200.000 en todo el mundo, debería hacerse, a juicio de los analistas mucho más abierta para poder convertir a estos sistemas en gestores de bases de datos y comunicaciones más potentes y flexibles. Junto a ellos, los usuarios opinan que la entrada de AS/400 en entornos cliente/servidor no puede hacerse esperar por más tiempo. La gran apuesta de IBM en este terreno puede ser PowerPC. AS/400 debería de convertirse en un auténtico competidor de productos rivales en arquitecturas cliente/servidor bajo Unix afirman.
Al hilo de este planteamiento, la actual oferta de software corporativo de IBM necesita de un relanzamiento. Son muchos los que esperan desde hace tiempo una auténtica base de datos relacional de esta compañía capaz de competir con los fabricantes que actualmente copan este mercado. La ventaja de que la arquitectura de bases de datos relacionales del gigante azul sea soportada por un gran número de vendedores, no es una garantía de competitividad. Pero sin duda ninguna la división que en opinión de todos más debe mimar el nuevo presidente es sin ninguna duda la de PC's. Con unas ventas de 9,8 billones de dólares en 1992 (incluídos los sistemas RS/6000), esta gama de productos tiene su talón de Aquiles en el sistema operativo OS/2. Un producto que no acaba de convencer entre los usuarios, y sobre el que los desarrolladores de IBM habrán de trabajar duro. El envite de Windows NT puede ser un golpe de gracia definitivo, del que quizás el fabricante no pueda recuperarse.
Si Gerstner admite o no estos consejos, es algo que el tiempo dirá. La única decisión conocida del presidente ha sido la de un nuevo recorte de personal. Debería de ser el último y definitivo. No se puede mantener la moral de una plantilla que no sabe cuando le va a tocar la china.