Cada vez más
¿Qué se puede hacer, entonces? ¿Quedarse anclado en el pasado y ser incapaz de beneficiarse de todo este nuevo mundo que nos abren las nuevas tecnologías, o entender y asumir que para incrementar los niveles de seguridad en cualquier campo es necesario no sólo invertir en sofisticados sistemas de seguridad de la información, sino también ampliar esa inversión en fomentar una nueva cultura en la organización y en la sociedad en general?
El problema de la protección no es ya un asunto banal, sino que conlleva hacer frente a mafias organizadas que son capaces de llevar al desastre a cualquier organización sea del tamaño que sea. Y lo más sorprendente es que muchos de esos ataques se pueden hacer efectivos gracias a descuidos no intencionados de empleados de la propia empresa. Por este motivo, creo que la seguridad es uno de los conceptos en los que todos y cada uno de los empleados tienen mucho que decir y que aportar. Ya que sin ellos, y sin su implicación al respecto, la inseguridad de poder ser atacado desde fuera o desde dentro de la organización es un riesgo no controlado.