Business Intelligence
Mucho tiempo tendrán que dedicar los impulsores de la recomendación de BI, para que vayan calando los mensajes entre los estimados como principales destinatarios, dotando sus actuaciones de la intensidad suficiente para alcanzar el grado de persuasión que necesitan. Porque la consecución de su objetivo requiere, previamente, fases de mentalización, información, y demostraciones, que acrediten las ventajas de una decisión, y el acierto, por el retorno esperado, de la inversión. Y, quienes tienen la responsabilidad en las empresas usuarias de decantarse por la solución que, en cada momento, pudiera convenirles más, son mayoritariamente escépticos con las modas y novedades que se les presentan como indiscutibles panaceas. No se manifiestan así por pose; lo hacen por aconsejable prudencia, para no volver a caer en errores de precipitación que en ocasiones anteriores les acarrearon indeseables consecuencias.
Los Directores de Sistemas de Información han ido incrementando sus posibilidades de interlocución con la Alta Dirección, aumentando también su cuota de responsabilidad en decisiones estratégicas de la compañía. Esta situación contribuye a que sus sugerencias, planteamientos o solicitudes, se traten con atención y con cierta predisposición a compartir el interés por el tema. Y, para que la sintonía permanezca inalterable, es imprescindible no fallar en las propuestas. Por ello, los defensores del BI, tendrán que hacer un gran alarde demostrativo de lo que predican. Ganarían con ello.