Buscando estándares... desesperadamente.
La fundación X/Open, una de las voces más autorizadas actualmente en el campo de los sistemas abiertos, ha comenzado a desvelar los datos de un estudio que ha estado llevando a cabo en los últimos meses sobre la situación y las perspectivas para el futuro de los sistemas abiertos. Las conclusiones no resultan, en honor a la verdad, especialmente gratificantes.
El tiempo de los sistemas propietarios pasó... Es el momento de la apertura, de la interconectividad...Los viejos sueños serán por fin realidad...¿Quién de nosotros no ha oído o ha hecho alguna vez un comentario de este tipo?. En esas convicciones se basaba la esperanza de un sector que asiste, aún perplejo, a una serie de cambios que están transformando su aspecto y su filosofía. Sobre esas bases se han sentado las estrategias de futuro de muchas compañías para hacer frente a un momento difícil. Pero a estas alturas, y según los datos recogidos por X/Open, seguimos buscando estándares desesperadamente.
Si hay una cosa que está clara, es que en el mercado de la informática, como en el resto de una sociedad de libre mercado, las compañías existen para vender productos, y de dichas ventas obtener beneficios. De Perogrullo, cuando menos esta conclusión, pero parece que a fuerza de intentar ordenar, agrupar, dirigir y estandarizar, los diversos grupos surgidos al calor de la implantación de estándares para los nuevos entornos abiertos, han perdido aquel norte. Esta desde luego es una de las quejas más extendidas entre los miles de usuarios, cuyas opiniones han sido recogidas por la muestra del estudio de X/Open. Como muy acertadamente afirma el director de recursos informáticos de la compañía telefónica norteamericana Pacific Bell en el momento en que un cliente muestra interés por instalar un entorno abierto, los fabricantes se hechan encima como buitres. En ese momento olvidan si pertenecen a éste o aquél grupo de estandarización. Buscan vender sus productos y quitarse de encima a los competidores. Esta es la otra cara de la moneda, se da la circunstancia de que la mayor parte de los fabricantes más importantes del sector se hallan comprometidos en alguna organización, grupo de trabajo o iniciativa dirigida a la búsqueda y establecimiento de estándares de mercado, y que se muestran incapaces de trabajar juntos a la hora de satisfacer las necesidades de un usuario concreto. ¿Qué confianza pueden transmitir este tipo de actitudes a los usuarios?. El resultado más inmediato es que la mayor parte de las veces, el cliente termina optando por aquél proveedor que le ofrece la mejor relación precio/prestaciones, dejando aparte el tema de la conectividad y la interoperatibilidad, y que cuando, uno de aquellos grupos pone a punto un estándar del tipo que sea, éste ya resulta obsoleto. ¿Quién lo necesita?.
La tecnología de correo electrónico, es un buen ejemplo de ello. El estándar X.500 para esta tecnología, está aún en el aire, de tal forma que los usuarios han de desarrollar cada uno sus propias capacidades y adaptar sus necesidades a los estándares de facto, es decir Token Ring o NetWare en la mayor parte de los casos.
¿Cuáles son la debilidades de los actuales grupos de trabajo que se dedican al establecimiento de estándares?. Para X/Open los principales obstáculos a superar son los siguientes: En primer lugar una gran dispersión de los esfuerzos. La descentralización y el desconocimiento de lo que hacen los demás, junto a la rápida evolución de las tecnologías, impide centrar los objetivos de una forma racional. A ello se une además la falta de una regulación estatal más o menos común sobre este tipo de soluciones, que ni siquiera se da en la Comunidad Europea. La existencia de agendas y prioridades diferentes, tampoco facilita la labor. Si existieran prioridades comunes, la presión sobre los fabricantes sería mayor y las trabas burocráticas no existirían. Por último la falta de recursos, fundamentalmente humanos, específicamente dedicados a este tipo de tareas, ya que en la mayor parte de los casos, la dedicación es voluntaria.
En el otro extremo los fabricantes se quejan de la poca implicación de los usuarios en estos procesos, a lo que los aludidos han respondido en la encuesta de X/Open, que la implicación de los usuarios en uno u otro modelo queda reflejada en sus decisiones de compra y añaden también que sólo unos pocos, los más grandes tiene capacidad de presión en el mercado.