Buena se ha montado
La semana pasada los responsables de informática de Telefónica comunicaron a las cinco empresas de servicios informáticos -Andersen Consulting, IBM, EDS, Indra y Price Warterhouse- que estaban desarrollando el proyecto Arco, que se pretendía reconsiderar de raíz la filosofía del proyecto. Arco, era uno de los proyectos de desarrollo informático más importantes de los últimos años -con un presupuesto de más de siete mil millones de pesetas- y desde luego uno de los más importantes de cliente/servidor. Arco estaba orientado a crear herramientas informáticas para toda el área comercial de la compañía, de forma que se prestaran mejores servicios a los clientes. Las razones de esta reorientación hay que buscarlas, principalmente, en que el nuevo equipo gestor de Telefónica el pasado año ha tomado la costumbre de poner en cuestión absolutamente todas las decisiones del equipo anterior. En esta decisión, en concreto parece haber influido además las opiniones de algunos de los nuevos consejeros de la compañía, que son expertos en sistemas informáticos dentro de sus propias organizaciones. Estos consejeros han aconsejado a Villalonga renovar profundamente el proyecto. Arco estaba pensado en otra época, cuando todavía Telefónica estaba en monopolio y la liberalización y la competencia se veía lejanas. Ahora, los nuevos reponsables informáticos de Telefónica consideran que es necesario readaptar los contenidos de las aplicaciones, para que sean mucho más capaces de responder rápidamente a las ofertas de la competencia. Además quieren que el nuevo sistema comercial incluya versiones para vender productos y servicios desde otros canales que no sean las tradicionales oficinas comeciales, y se piensa especialmente en el telemarketing y en una tienda virtual accesible desde Infovía e Internet.
