Asesoramiento financiero a medida de cada cliente
La implantación en las Cajas de Ahorros de servicios de banca privada
La idea surgió en el seno de la COAS, la Comisión para la Organización, Automatización y Servicios de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), con el objetivo de modernizar el soporte tecnológico del servicio de banca privada, hasta ahora soportado por pequeñas redes y equipos informáticos diseminados entre los distintas cajas de ahorro, y bajo criterios independientes. “La Comisión lo planteó como un proyecto importante para el conjunto de las cajas, que nos permitiría entrar en economías de escala para ofrecer servicios de banca privada con una herramienta muy puntera y competir con los bancos”, explica Francisco Moraleda, subdirector general de Automatización y Servicios de la CECA.
Tras examinar las diferentes soluciones disponibles en el mercado, y rechazar unas por razones culturales, otras por razones de propiedad de la herramienta y la consiguiente supeditación tecnológica, la Comisión decidió desarrollar su propia herramienta de gestión de servicios de banca privada.
Del medio centenar de cajas, se constituyó un grupo de trabajo formado por seis. Y siete fueron las empresas de alto nivel elegidas para acometer este desarrollo, entre las que se encontraban las grandes como Arthur Andersen, PriceWaterhouseCoopers, IBM y la española Indra. “Se trataba de exponerles una solución muy esquemática, prototipo, y ver lo que podían aportar, qué experiencia tenían, etc. Y nos gustó Indra porque ofrecía una herramienta que respetaba el tipo de negocio de cada caja, que es muy distinto, con modelos, tamaño y dimensión de negocio diferentes, y además era flexible, compuesta por módulos, lo que permitía a cada caja decidir hasta qué punto y con qué inversión afrontaba su instalación”, explica Moraleda.
Además, su desarrollo tecnológico permitía, a diferencia de otras soluciones más cerradas, adaptarse a la estructura y plataforma tecnológica de cada socio miembro de la CECA. Pero lo que más influyó, según reconoce Fernando Moraleda, fue el “optimizador de cartera de clientes, que es muy completo y realmente supone un avance tecnológico en relación a lo que hasta ahora existía”.
Las seis cajas que formaban el grupo de trabajo colaboraron con Indra durante meses para completar esta herramienta con un conjunto de aplicaciones en sistema modular. Así, al motor del optimizador de cartera de clientes se añadieron módulos de aplicaciones de productos, clientes, fiscal, financiero, simulaciones de planes, donaciones, etc, e Indra se encargó del soporte tecnológico para su funcionalidad en una plataforma compuesta, según explica Moraleda, “por dos servidores -uno de datos y otro de habitación- sistema operativo Windows NT Server, gestor de bases de datos de Oracle, aplicaciones desarrolladas en lenguaje de programación Delphi y el módulo de comunicaciones en Visual C++”.
Economías de escala
Sin duda, la inversión es otro de los motivos que conviene analizar a la hora de tomar una decisión. Moraleda explica que la oferta de Indra “no era de las más baratas, pero permitía con más flexibilidad que otras adaptar un precio muy interesante para cada caja. Si bien el producto global no era más barato que otros, en función de los usuarios que se fuesen adhiriendo a esta herramienta, permitía unas economías de escala muy importantes”. Esta apuesta tenía parte de riesgo para Indra, como reconoce el subdirector general de la CECA, porque “al principio, no sabíamos cuantas cajas lo iban a adoptar”. Sin embargo son más de 25 las cajas que han apostado por esta herramienta, e Indra, por su parte, se ha asegurado las labores de mantenimiento y soporte al sistema, además de colaborar con la CECA en la formación de personal. “Además de la evolución de la herramienta, el mantenimiento está contratado con Indra en unas condiciones muy interesantes para cada entidad, tanto económicas como de seguridad”, señala Moraleda.
Competir con los bancos
El fin último de la inversión es mejorar la gestión de los servicios en banca privada. Estos servicios se dirigen a clientes con un cierto nivel de recursos patrimoniales, a los que se ofrece un universo de productos financieros, propios o ajenos. Conforme al perfil de riesgo que se plantea (a mayor porcentaje de rentabilidad, mayor riesgo), la herramienta configura una propuesta de inversión, lo que en el argot se conoce como una “cartera ideal”, compuesta por renta variable, renta fija, bonos, fondos de inversión, etc. Y todo este cóctel, personalizado a medida de los deseos y del riesgo que asuma el cliente.
Una vez confeccionada la cartera, el sistema de gestión de banca privada permite al responsable y gestor de esa cartera adaptar en tiempo real la inversión a la continua evolución del mercado, con un seguimiento constante en beneficio de la atención al cliente, dando alertas de desviación si la propuesta inicial no alcanza los rendimientos previstos. “La clave está en la constante parametrización de los indicadores, incluso en el aspecto fiscal”, indica Moraleda. El motor de esta gestión es el optimizador de la cartera de clientes, “de los más modernos y completos que, junto con el desarrollo funcional que se ha hecho de los aspectos financieros, fiscales, etc, ha producido una amplitud de enfoque que otros sistemas no tienen”. Moraleda subraya además la absoluta integración de todo el desarrollo como ventaja diferencial. “El resultado final es la automatización de las labores del gestor responsable de la cartera, lo que le permite ofrecer un mejor servicio al cliente.” Y para reforzar este aspecto, el sistema se alimenta constantemente de los informes elaborados por un departamento especializado en análisis de mercados, que son adaptados por el gestor al perfil de cada cliente, “respetando las directrices estratégicas marcadas por el administrador para toda la entidad”. Además, en el seno de la CECA se ha creado un club de usuarios, donde “los gestores se reúnen cada cierto tiempo para compartir información, y esto es importante para potenciar la evolución de la herramienta”.