AMB, institución pionera en nuevas tecnologías. Informática Metropolitana.

El Area Metropolitana de Barcelona (AMB) es una compleja institución creada en 1988 para suplir la extinta Corporación Metropolitana de Barcelona (CMB), y ofrecer y gestionar servicios intermunicipales, como el transporte, los servicios hidráulicos o el tratamiento de residuos. También incluye entidades como el Parque de Collserola, el IMPSOL o el Consejo Comarcal del Barcelonés. Con una superficie de 582 kilómetros cuadrados, participan 32 municipios que cuentan con un total de 3,1 millones de habitantes. El AMB es pionera en la tecnología y la informatización, con una tradición de varios años. La Corporación fue una de las primeras entidades del país que incorporó el tratamiento informático de la cartografía, asegura Antonio Novel, director de informática del AMB desde 1986. Esta institución está finalizando, en estos momentos, un salto tecnológico en el que está utilizando las últimas herramientas del momento, como la versión 7 de Oracle, y que se explica en el presente reportaje.

Durante la etapa de la Corporación Metropolitana de Barcelona, en 1986 se realiza el traslado de sede a la actual situación en la Zona Franca de Barcelona. Es en esa época cuando se aprovecha para realizar el primer salto tecnológico importante de la corporación: instalar una red Ethernet que une los dos edificios al equipamiento del núcleo central de proceso. Se procuró que los usuarios tuvieran un terminal conectado a la red para acceder a todo un conjunto de aplicaciones corporativas y departamentales, explica Novel.

El objetivo del departamento de informática del Area es cubrir todas las necesidades que en materia de informática generan las instituciones metropolitanas, en tres líneas de actuaciones. Una de ellas incluye las necesidades producidas por la propia gestión del AMB (gestión económico-financiera, personal, administrativa, etc.). La segunda línea cubre las necesidades que generan las instituciones metropolitanas para sus prestaciones de servicio. Por ejemplo, el servicio del taxi, gestionado por la Entidad Metropolitana del Transporte; o la recogida de contenedores de vidrio, etc. Una tercera necesidad viene dada por lo que puede hacer en colaboración con los ayuntamientos del Area Metropolitana. En este sentido, una de las bases del cambio tecnológico ha sido, según Antonio Novel, disponer de una informática no sólo que fuera más ágil para nosotros, sino que fuera abierta. Antes sólo servía a los que tuvieran una instalación exactamente igual a la nuestra.

En la línea de actuación de cara a posibles colaboraciones con ayuntamientos, todo el desarrollo realizado se ha basado en el software Oracle, para que permita a las aplicaciones de la entidad ser transportables a otras plataformas. De esta forma, podremos transportar una aplicación a un ayuntamiento del Area que deba cubrir una parcela de necesidades que nosotros ya tengamos cubierta si le va bien la solución que le hayamos dado. Para Novel, desgraciada o afortunadamente no tenemos capacidad para abordar con medios propios todo el trabajo que producía el cambio tecnológico. De esta manera, el AMB realiza, implanta y mantiene algunos de los proyectos informáticos, mientras que para otros ha utilizado servicios externos controlados por la entidad. El centro de datos es un servicio de la mancomunidad que consta de dos secciones: proyectos, donde se desarrolla todo el software, y sistemas, que se cuida de la red, la infraestructura y el buen funcionamiento de la informática de la casa, además de prestar el servicio de atención a usuarios. La sección de proyectos está compuesta por un jefe y cuatro especialistas para la gestión cooperativa y departamental y dos personas para el SIG. Por su parte, el área de sistemas cuenta con ocho personas.

En total, el departamento dispone de diecisiete personas: No es un grupo muy grande, y por ello más de una vez hemos tenido que acudir a ayudas externas, añade Novel.

EVOLUCION TECNOLOGICA

La historia del AMB es corta: la extinta Corporación Metropolitana de Barcelona se sustituyó por las entidades metropolitanas, y durante este período de transición institucional la informática también se vio afectada. Según Novel, lo que estaba claro es que el servicio de informática no se podía disgregar en cada institución, sino que se debía procurar que hubiera un núcleo común que prestara servicio a todas las instituciones metropolitanas. En concreto, el centro de datos, que había estado adscrito a la Entidad del Medio Ambiente, pasó a depender de la nueva mancomunidad de municipios. Tres años después de la primera evolución tecnológica, la entidad dio un importante paso: Una vez madurada la informática de la entidad, ésta se tenía que poner al día con las nuevas tecnologías que comenzaban a tener fuerza en el 89; teníamos una informática absolutamente centralizada, basada en la capacidad de procesar información del núcleo del centro de datos, y queríamos descentralizarla, llevar la máxima capacidad de trabajo al puesto de trabajo: es decir, descentralizar la capacidad de proceso, distribuir los datos, etc., añade. Esta idea supuso extender el cableado Ethernet a las siete plantas de cada edificio. Y, al mismo tiempo, se inició un proceso de sustitución de los terminales de pantalla por PCs, para que en el futuro las aplicaciones se ejecutaran en el equipo físico que utilizara el usuario y éste tuviera acceso a todos los datos necesarios. Paralelamente, en cada planta se habilitó un cuarto de comunicaciones que dispone de los elementos precisos (distribuidores de las líneas de comunicaciones, servidores de bases de datos, etc.) para conectar la informática de una planta con la general de la institución. En estos momentos, el AMB ya cuenta con prácticamente toda la infraestructura instalada, unos 250 PCs, y está finalizando el proceso de transformación de las aplicaciones, provocado al pasar de un sistema centralizado a uno distribuido. Para todo el tratamiento de datos alfanuméricos y de cara al desarrollo de aplicaciones de gestión, la estrategia se ha basado en utilizar el software Oracle. Esto nos obligaba a convertir todas las aplicaciones que hasta ese momento nos estaban dando un servicio satisfactorio, indica el director de informática del AMB. Algunas de estas aplicaciones ya se han reformado y son operativas, y las últimas se están testeando con el objetivo de que al principio de año estén en funcionamiento y explotación bajo Oracle.

La cartografía es otra de las áreas importantes de trabajo, con doce equipos, y ha visto expandido su uso en la corporación. Se ha producido un proceso de informatización muy alto de todas las tareas, tanto del diseño (proyectos urbanísticos o de transporte) como en los sistemas de información geográficos. En este ámbito la entidad está realizando en estos momentos un proyecto orientado a los ayuntamientos. Un tercer elemento es todo el conjunto de microordenadores que nació paralelo a la informática centralizada y que se utilizaba, de forma autónoma, para cubrir necesidades puntuales que no era posible ofrecer a través del ordenador central. Poco a poco se han ido integrando en la red y tan sólo quedan 50 equipos por conectarse, entre los que se cuentan las estaciones de diseño y gráficas.

ARQUITECTURA

En 1989, cuando se inició la segunda evolución, la AMB dispuso de una red Ethernet con cable coaxial que ahora une los dos edificios de la sede. En cada planta se conectan a esta red los servidores de terminal, que conectaba ocho líneas asíncronas de terminales VT220. El núcleo de proceso estaba compuesto por dos Digital VAX 11/785, conectados en cluster, y compartiendo una periferia de unos 3 Gb en disco. En total, la entidad disponía de 180 terminales VT220. La transición ha llevado a una estructura que hoy en día se mantiene, basada en la red Ethernet, pero que se ha extendido por todas las plantas. También se ha potenciado el núcleo central, que actualmente está d

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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