Ajuste en Fujitsu
La anunciada reducción de plantilla matiza que 5.000 empleos se suprimirán en Japón, y 11.400 en el resto del mundo. Teniendo en cuenta, asimismo, el previsto cierre de diversas factorías —anunciado ya el de Irlanda, y muy posibles los de Filipinas y Tailandia— podría suceder que se alcanzase la reducción de empleos estipulada sin involucrar a profesionales de la filial española. Por otro lado, y en lo que se refiere a la planta de Málaga, aunque se dejasen de fabricar determinados productos que no resultan ciertamente rentables, podrían estudiarse otras alternativas entre las que no habría que descartar la cesión de fabricación a un tercero, cobrándole por patentes y por los conceptos que se negocien.
Haciendo cábalas sobre los posibles efectos de la reestructuración en la filial española —podría notarse al final del presente año— y partiendo de la base de que DMR continuará completamente independiente en su actividad y decisiones organizativas —asegurando así, como hasta ahora, la mayor flexibilidad, eficacia, y rentabilidad— lo que sí puede darse como seguro es que la actual compañía se dividirá en un grupo dedicado a servicios y otro orientado a productos. La clave del éxito para Fujitsu en nuestro país pasa por la orientación, potenciación, y especialización que logre alcanzar en el área de servicios, puesto que es aquí donde reside una gran parte del margen operativo de la industria TIC. Nada fácil, pero extraordinariamente vital.