Acuerdos que perduran
El tipo de acuerdo entre TAISA y HP –que perdura a pesar de las duras coyunturas económicas que, a veces, pueden enseñorearse del mercado– son perseguibles por cualquier compañía que no quiere sobresaltos en las cuentas de resultados. Por eso, cuando la relación funciona a satisfacción de las partes, existen motivos más que suficientes para hacer partícipes de ese estado de ánimo al colectivo de clientes pretendiendo, asimismo, reforzar la confianza que éstos les dispensan. Comprendiendo el poder de atracción que toda gran compañía, en este caso HP, ejerce sobre el usuario –por la seguridad que comporta– hay que resaltar la estimable aportación que compañías como TAISA realizan en su relación con el cliente. Ser socio tecnológico de una gran compañía obliga, inexorablemente, a tratar al cliente con inequívocos criterios de deferencia, lealtad, y niveles de eficiencia. Los mismos, o incluso superiores, a los que la gran compañía aplica directamente a los clientes. Saber administrar la conjunción de intereses en favor del cliente –de forma equilibrada y permanente– entre la gran compañía y su socio tecnológico, es el gran reto al que hay que responder idóneamente para que la relación profesional continúe. Si perdura la andadura profesional entre TAISA y HP es porque existe recíproca satisfacción con los objetivos que cada parte desea alcanzar. En las relaciones de negocio, los únicos parámetros convincentes son los buenos resultados.