Acuerdo entre Sun y Fujitsu

El anuncio del acuerdo de colaboración al que han llegado Sun y Fujitsu, siendo una sorpresa –esta cualidad se hace indispensable en toda fusión o acuerdo en general bien gestionado– no ha constituido señal de alarma o intranquilidad entre clientes o partners de ambas compañías, aunque sí ha generado niveles de expectación según las circunstancias de cada uno. Considerando exclusivamente la incidencia del anuncio en el mercado español se ha podido percibir, en el colectivo de clientes tanto de una como de otra compañía, que ha sido bien acogida la iniciativa porque, interpretando que no se pretenden distorsionar los entornos de las bases instaladas, se les ha asegurado que “el acuerdo, por encima de todo, viene a reforzar la seguridad, el soporte y la competitividad, tanto presente como futura, de sus inversiones en Solaris sobre Sparc”. Pero, siendo la información proporcionada precisa en algunos puntos, deja, sin embargo, abiertos ciertos interrogantes que, lógicamente, deberán ir desapareciendo mediante posteriores informaciones adicionales.
Según los datos aportados sobre el acuerdo, resalta especialmente el año 2006 como inicio de operaciones clave en el devenir del acuerdo. Porque, según el comunicado, se desarrollarán y suministrarán conjuntamente una futura generación de sistemas basados en Solaris y Sparc –denominada APL (Advanced Product Line)– cuya comercialización está prevista a partir de mediados del citado 2006; así como, a partir de 2006, se contempla que, tanto Sun como Fujitsu, venderán indistintamente productos de ambas marcas, ofreciendo servicios y soporte comunes. Pero nada ha trascendido respecto al período de tiempo comprendido desde que se anunció el acuerdo hasta el referenciador año 2006. Demasiado largo para transitarlo con parcheos e improvisaciones en cuestiones operativas. Sin embargo, como planteamientos de este tipo no se esperan, no deberán producirse, es conveniente que tanto desde Sun como desde Fujitsu pongan el acento en una adecuada comunicación que imposibilite que otros lo llenen con incertidumbres o malsanas especulaciones. Porque, si bien entre sus clientes actuales –basado su estado de ánimo en las informaciones que les han proporcionado hasta el momento– la tranquilidad parece imponerse, los que deberían tenerlo muy claro, pero que muy claro, son los potenciales clientes. Ya que la competencia, siempre activa, procurará serlo todavía más, para que sus mensajes se tengan en cuenta en decisiones de compra, al menos hasta que llegue el 2006. Mucho tiempo aún, considerando la rapidez con que evoluciona nuestro sector.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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