Las ventas de Windows desafían las predicciones creciendo un 4%

En concreto, la división de Windows y Windows Live atrajo 4.600 millones dólares durante los tres primeros meses del año, lo que supone un aumento del 4% respecto al mismo periodo del año anterior. 

Unos resultados impresionantes si tenemos en cuenta además que son sólo 112 millones menos que los anotados en el último trimestre de 2011, un período especialmente fuerte debido a las ventas navideñas y que el pasado año se le dio bastante mal a Microsoft, con una caída del 6% interanual.

El mercado corporativo ha sido el más activo y el que ha permitido estos espectaculares resultados. La compra de nuevos equipos en este segmento ha crecido un 8% con respecto a los mismos meses del pasado año, mientras que el mercado de consumo se mantuvo estable. Con ello, Microsoft logró una facturación total de 17.410 millones de dólares y unos beneficios de 5.110 millones de dólares, un 2,4% más que un año atrás.

Y es que la mayoría de los analistas (como Gartner e IDC) esperaban unos resultados más pobres, en tanto que predecían una posible caída de la venta de PC, si bien rectificaron y finalmente aludían a un crecimiento del 2% en la venta de ordenadores personales.

Windows, clave en Microsoft

Además de ser el software que dio origen a la compañía, Windows sigue siendo el núcleo central y la principal fuente de ingresos para Microsoft. Así, el grupo de Windows representaba el 27% de los ingresos de la compañía este trimestre, en segundo lugar solo por detrás de la división de productividad, que se ocupa de la línea Office.

En ese sentido, Windows 7 sigue ganando terreno entre los usuarios corporativos y en la actualidad, alrededor del 40% de todos los escritorios empresariales se ejecutan con este sistema operativo a escasos meses del lanzamiento del revolucionario Windows 8.

Microsoft podría actualizar gratuitamente Windows 7

Al igual que ya sucedió en la migración de Windows Vista a Windows 7, Microsoft podría estar pensando en ofrecer actualizaciones gratuitas a las personas que hayan comprado equipos con este último sistema operativo para que se pasen a Windows 8.

En su momento, esta agresiva estrategia requirió 1.700 millones de dólares, cifra en la que Microsoft tasó el coste de ofrecer sin precio estas actualizaciones con el único fin de lograr cuota de mercado y atraer al resto de usuarios.