Hacia las redes convergentes

Integración de voz y datos

Las industrias del networking y de los equipos de telecomunicación están patas arriba . El tradicional statu quo en que se venían moviendo ambos sectores se está derrumbando, provocando una serie de mutuas interferencias en una nueva correlación de fuerzas . El mundo de los datos empieza a mirar con deseo a la voz, y el de la voz suspira por los datos .

Si hasta no hace mucho el sector del networking parecía ensimismado en optimizar las prestaciones de las redes corporativas de conmutación de paquetes con el desarrollo de nuevas propuestas de alta velocidad, y el mundo de los fabricantes de equipos de telecomunicación continuaba centrando sus inversiones en la convencional y fiable conmutación de circuitos para operadores, ahora ambas industrias parecen caminar hacia un objetivo común: la convergencia de la de voz y datos en infraestructuras integradas basadas en conmutación de paquetes . ¿ Causas ? Muchas, pero sobre todo, el auge de IP .

Es cierto que ATM desde su origen, y ahora también Frame Relay, -y a su modo RDSI- permiten integrar la voz y los datos en entornos de área amplia, pero ha sido el poderoso influjo de IP, bajo la estela apabullante de Internet, el que ha encendido el piloto rojo: la telefonía IP es hoy ya un hecho . Y tras de esta nueva posibilidad, se abre hoy toda una nueva gama de aplicaciones de voz, vídeo y datos no sólo de interés para el ámbito corporativo sino también para el de los servicios de telecomunicación de los operadores . El proceso parece simple pero afecta a demasiados órdenes tecnológicos y comerciales . En definitiva, se trata de disponer de soluciones de extremo a extremo que den solución tanto a las necesidades de las redes de los operadores como a las redes de empresa .

Siguiendo esta tendencia, las principales firmas del networking, centradas tradicionalmente en el mercado corporativo, están dirigiendo sus planes de desarrollo y de negocio hacia el mercado de infraestructuras para operadores . Su objetivo es adquirir rápidamente tecnología y conocimiento de voz para poder competir en el mercado de las redes convergentes que ahora se abre entre los proveedores de servicios y operadores . En paralelo, las compañías tradicionales de equipamiento de telecomunicaciones intentan por todos los medios tomar posiciones en el mercado corporativo y adquirir experiencia en las tecnologías tradicionalmente vinculadas al negocio de los datos .

Este drástico cambio de paisaje que se está produciendo en las redes está provocando que los propios fabricantes de equipos se redefinan a sí mismos tratando de dar todo tipo de soluciones . Estos cambios, obviamente, también auguran variaciones fundamentales en la naturaleza básica de las redes corporativas . Y a pesar de que la convergencia promete simplificar el networking, es probable que la realidad sea algo diferente .

Los administradores de red tendrán que optar por diferentes alternativas, como las que afectan a la subcontratación o no de las redes que antes eran privadas, cómo y dónde extraer beneficio de los servicios de voz paquetizada y qué aplicaciones sacarán partido de ella . Y estas decisiones tendrán que tomarlas, si bien es verdad que entre un número cada vez más reducido de fabricantes, entre un creciente conjunto de soluciones .

Promesas y realidades

En teoría, y así lo está pregonando el marketing, para las empresas una de las ventajas más tentadoras de la convergencia es la consolidación de infraestructuras diferentes de red, lo que generaría un importante ahorro de costes y una administración más sencilla . Pero, irónicamente, el proceso no será gratuito: en la práctica, lograr que las redes converjan podría significar importantes inversiones de capital, puesto que la mayor parte de los usuarios no dispone del ancho de banda adicional necesario para llevar a cabo la integración de tráficos . De otra manera, será imposible asegurar la calidad de servicio que requerirá cada tipo de aplicación . Además, la convergencia no significa necesariamente consolidación, porque en la mayoría de los casos seguirán existiendo llamadas telefónicas conmutadas y, por lo tanto, dos redes paralelas .

Otra cuestión a considerar es la disponibilidad que brindan las nuevas redes integradas, teniendo en cuenta que los usuarios de telefonía están acostumbrados a disfrutar de tasas superiores al 99 por ciento . Ahora, en las redes de datos alcanzar esa cuota es prácticamente imposible, pero gracias a la convergencia entre fabricantes de voz y de datos no parece una meta inalcanzable . Si los fabricantes de comunicaciones de datos quieren ganar terreno en el área de los operadores, tendrán que empezar a conseguir esos niveles de fiabilidad y disponibilidad de red que sus rivales de telecomunicaciones vienen proporcionando desde siempre .

Todo esto influirá decisivamente en el proceso de toma de decisiones de compra . Por ejemplo, los servicios de red privada virtual ( VPN ) están eliminando las barreras entre LAN y WAN y, cada vez más, funciones como el acceso remoto migrarán de las redes locales a las de área amplia . Gracias a la posibilidad de proporcionar ancho de banda bajo demanda como parte de los servicios de VPN, así como de establecer acuerdos de nivel de servicio ( SLA ) con los operadores, los administradores de red estarán en condiciones de fijar niveles de calidad de servicio de extremo a extremo .

Y aún más . Los operadores se convertirán paulatinamente también en suministradores de equipos, ya que empaquetarán los equipos LAN/WAN con sus ofertas de servicios gestionados, ahorrando así a los administradores de red la tarea de seleccionar, configurar y gestionar y -mejor aún- actualizar los dispositivos instalados en los extremos de la red .

El auge de los datos

Aunque los fabricantes de equipos de toda índole están prestando mucha atención a las redes corporativas, el futuro de las redes se está forjando realmente en las redes de los operadores . La voz constituye una porción cada vez menor del tráfico de las redes de telecomunicaciones nacionales, y así se está reflejando en la estructura de ingresos de los operadores . Aún en el caso de aquellos, como todavía los operadores europeos, donde los ingresos por voz son aún muy superiores a los de datos, los beneficios provenientes de éstos suelen ser mayores . Según algunos expertos, en el año 2010 en Estados Unidos, aunque los servicios de voz todavía acapararán el 60 por ciento de los ingresos de los operadores, sólo supondrán el 20 por ciento de sus beneficios .

Ante esta situación, la necesidad es clara: cambiar las redes de voz que pueden transportar datos por redes de datos, sobre todo IP, que puedan transportar voz . Los operadores podrían incluso llegar a ofrecer como incentivo servicios de voz sin coste a aquellas compañías que les contraten servicios de datos . Al fin y al cabo, la voz se está convirtiendo en un artículo de consumo y, en consecuencia, sometiéndose a la enorme presión de precios que caracteriza ese mercado .

Así las cosas, no es de extrañar que, de cumplirse los pronósticos de Ovum, sean las aplicaciones que incluyen servicios integrados de voz, datos y multimedia, mensajería unificada, centros de llamadas con soporte Web y comercio electrónico, así como Internet, las que dirigan el rápido crecimiento del mercado IP, el cual alcanzará un volumen de 38 . 300 millones de dólares en el año 2005 .

Según la firma consultora británica, el crecimiento de los servicios IP estimulará la transición que convertirá las redes de datos en el principal foco de interés de los operadores, mientras que las redes basadas en conmutación de circuitos irán, por el contrario, perdiendo importancia .

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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