Wi-Fi: por sus frutos lo conocereis

Es tanta y tan prolija la información sobre la tecnología Wireless Fidelity (Wi-Fi) en los medios especializados y económicos, que podría parecer redundante o inútil volver sobre ella. Sin embargo, los estudios de mercado y las opiniones y expectativas de las empresas involucradas, no despejan muchas de las incógnitas que plantea. Queda un largo trecho por recorrer, a pesar de su creciente notoriedad. Cuando el sector de las Tecnologías de la Información echa las campanas al vuelo, toca a rebato. Es lo que está ocurriendo con la tecnología de acceso inalámbrico a Internet, que ha encontrado en la movilidad de los usuarios su argumento omnipresente. Está pensada para usuarios de paso, transeúntes que, gracias a los hotspots (puntos de acceso a redes Wi-FI a través de una antena de radio), pueden conectar con Internet desde cualquier lugar del planeta. De esta nueva tecnología se ha llegado a decir que, debido a sus bajos costes de instalación, llegará a desplazar a la nonata UTMS, tercera generación de telefonía móvil. Y también se ha dicho lo contrario. Sobre su implantación en España hay opiniones para todos los gustos. A corto plazo, sus perspectivas están limitadas a algunos aeropuertos y cadenas hoteleras, pero en un horizonte más largo dependen de muchos factores que deberán converger: clientes interesados, capacidad para gestionarlos, disponibilidad de aplicaciones y servicios, necesidad real de la banda ancha en movilidad, solución a los problemas de calidad de servicio derivados del uso de un espectro que no requiere licencia, facilidad y transparencia de uso, base instalada de terminales equipados, evolución ordenada de los estándares y, lo más importante, el roaming nacional e internacional, para que los usuarios que se encuentran fuera de su cobertura contratada. Un problema, este último que sólo puede resolverse mediante acuerdos que, en un contexto de competencia aguda, puede que sean difíciles pero son sin duda imprescindibles. Gonzalo Rivas, responsable de Desarrollo de Negocio, Area de Estrategia y Productos de Vodafone España [www.vodafone.es], señaló a iWorld que hay muchos intereses en juego, sobre todo del otro lado del Atlántico, por entrar de lleno en el negocio de las comunicaciones móviles. Las grandes empresas tecnológicas estadounidenses, con alguna excepción, habían quedado fuera del enorme negocio de infraestructuras de redes de telefonía móvil, un mercado dominado por estándares y proveedores europeos, y ahora ven en el desarrollo de las redes inalámbricas una oportunidad para recuperar terreno. Pero el fondo de la cuestión es el cliente y sus necesidades. Su perfil es hoy, ante todo, el de un viajero profesional que usa el correo electrónico y el acceso a Internet y a Intranet o redes corporativas, cuando está fuera de su lugar de trabajo. “Hay que reconocer – se explaya Rivas - que ninguna de estas aplicaciones requiere banda ancha y que por tratarse de un uso profesional no es suficiente la posibilidad de usarlas en el ámbito restringido de los hotspots. El viajero profesional no compra tecnología sino movilidad, porque de ella depende su negocio, y es un hecho que la ubicuidad total sólo se obtiene con las redes móviles y éstas ya proporcionan suficiente ancho de banda para las aplicaciones antes mencionadas. A pesar de ello, pensamos que Wi-Fi u otros estándares similares podrían llegar a ser un complemento para la telefonía móvil 3G proporcionando, por ejemplo, cobertura en el interior de edificios a un precio razonable”. Para que esto sea posible, según Vodafone, “antes hay que resolver eficazmente la interoperabilidad entre las distintas redes y el problema logístico que supondría operar y mantener miles de redes dispersas y ubicadas en el interior de edificios privados y dedicados a usos muy dispares”. Se entienden los matices de este operador de telefonía móvil, que prepara el lanzamiento de su servicio UMTS para algún momento de 2004 y que, con buena lógica, observa estas nuevas aplicaciones según le sirvan o no para avanzar sobre el coto de caza de su rival, Telefónica. En cambio, las opiniones de las compañías que ofrecen servicios de acceso inalámbrico a Internet, como Kubi Wireless [www.kubiwireless.com], son mucho más optimistas. Para Carlos Riopedre, director comercial de esta empresa, la tecnología Wi-Fi es el estándar real para las conexiones inalámbricas, que está haciendo posible el concepto de movilidad en datos. 2003 ha supuesto para España el año de la divulgación del Wi-Fi, y esperan que el 2004 sea el año de su implantación generalizada. “El acceso remoto a la información se ha convertido en imprescindible para el viajero de negocios. Si bien existen otras tecnologías, Wi-Fi es la única que ofrece realmente una conexión de banda ancha y que, por tanto, permite a los desplazados disponer de un acceso similar al que tenemos en la oficina. En este sentido el mercado de acceso público Wi-Fi en España ofrece un gran potencial”. Cuestiones tecnológicas y de seguridad Los dilemas conceptuales no parece que vayan a actuar como freno para la implantación masiva de esta tecnología, según se desprende de la unánime opinión de las personas entrevistadas. Toshiba [www.toshiba.es], uno de los líderes del mercado de portátiles, ha anunciado los primeros modelos profesionales diseñados con Centrino, el chip de Intel [www.intel.com/es] pensado para el acceso inalámbrico. De momento, el porcentaje del parque actual español de portátiles y de PDA equipado para este uso es escaso: sólo hay estimaciones de su crecimiento y rotación, que permiten decir que falta mucho para que pueda decirse que la totalidad (o casi) de los dispositivos tienen esa capacidad. Según palabras de Pablo Romero, Director de Marketing de Toshiba España, el estudio que ha realizado su empresa sobre el mercado de Wi-Fi, indica que el porcentaje medido en ventas de portátiles y Pocket PC durante 2003 se ha situado cerca del 15%, cuota que se disparará hasta alca

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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