La dictadura del ROI llega al SIMO
La austeridad en contenidos tanto de tipo comercial como intelectual, caracteriza a este SIMO, el de la recesión en el sector. Algunos resquicios de optimismo siguen en el aire, sobre todo en áreas como el de movilidad, pero quedan neutralizados por la obsesión que envuelve a todas las empresas: la reducción de costes que se refleja en todo el sector.
Ante este panorama, IDC anticipa que se darán numerosas alianzas para intentar romper las barreras que han obstaculizado acceder a las empresas a la tecnología wireless. Y es que la crisis del sector tecnológico ha retrasado la llegada de nuevos servicios, al mismo tiempo que ha maximizado los riesgos relacionados con la seguridad y privacidad en las conexiones, y no se ha despejado el desconcierto “de siglas y términos” que envuelven a las tecnologías inalámbricas.
A pesar de esto, IDC ha observado que la inversión en tecnología hecha en España el pasado año se ha mantenido a un nivel comparativamente mayor que en Estados Unidos, mientras la inversión en otros campos, como bienes de equipo, sí que ha descendido. “El leit motiv de las empresas a la hora de adoptar tecnología es el reducir costes, por encima de innovar”, asegura Jaime García. “Se ha llegado a la dictadura del ROI, y lo raro no es que se descubra ahora el ROI, sino que antes no se tuviera en cuenta en las empresas”, añade García.
Una feria sin compra-venta
Se supone que una feria sobre tecnología e informática como es SIMO TCI ofrecería todas las opciones posibles para el visitante para salir del recinto con las manos llenas de hardware o software, pero sólo se ve un tipo de hardware, el de las documentaciones y folletos que ofrecen los más de 800 expositores. Muchos expositores han mostrado sus quejas sobre este hecho, el que SIMO haya evitado convertirse en una feria puramente comercial que ofrezca al visitante algo más que los cada vez más exiguos obsequios. Existen impedimentos y obstáculos técnicos para que los expositores puedan realizar una labor puramente de venta, lo cual, para algunos expositores, deberia ser el verdadero espíritu de una feria comercial.