Una solución estratégica dentro de la empresa

España se prepara para la adopción del ASP

Tanto los proveedores como las empresas españolas se están preparando para el asentamiento de una tendencia que ya está pegando fuerte en otros países del globo, se trata del servicio que ofrecen los proveedores de alquiler de aplicaciones o ASPs, y que obligará a un replanteamiento de los actuales modelos de negocio.

Lo que ya viene siendo una máxima en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad se cumple fielmente en el aspecto tecnológico. España va con retraso, pero hemos de consolarnos pues los expertos coinciden en que las distancias con los más avanzados se acortan paulatinamente y hoy tan sólo nos separan de EE.UU., el buque insignia de la innovación por excelencia, seis meses. Este escaso período de margen permite predecir que si bien el presente año ha servido para dar a conocer las primeras iniciativas ASP, el 2001 será el año que rija la implantación masiva de esta nueva propuesta dentro del mercado de los servicios.
Con respecto a las previsiones que se lanzan sobre este incipiente mercado las cifras varían. En cualquier caso, si España representa el 2% de la producción mundial, al segmento ASP le correspondería el 2% de los 11.000 millones de dólares que según Forrester Research generará este mercado antes del 2003. Sobre las peculiaridades que presenta nuestro país, será la demanda de personal cualificado uno de los principales motores para la aceptación de este nuevo negocio.
Los que antes adoptarán el modelo de alquiler de aplicaciones en nuestro país serán, si tomamos como referente Estados Unidos y lo que allí está ocurriendo, las start-ups y las telcos, los más receptivos, aunque estén indicadas para el mundo empresarial en general, incluyendo grandes, medianas y pequeñas compañías, según Julio del Valle, director de la División de Outsourcing y Servicios de Bull.
Si bien las grandes compañías, aquellas que tradicionalmente han utilizado las herramientas tecnologías con fines competitivos, han pasado de los desarrollos internos a la implantación de aplicaciones estándares deberán plantearse en este momento si se suben al carro de los ASPs o no. En esta decisión jugarán un importante papel los responsables informáticos que en España han atravesado por un proceso de transformación hasta convertirse en estrategas tecnológicos del negocio. Aturdidos aún por tanto cambio, algunos se cuestionarán la extinción de su figura o si ésta se encuentra en peligro. Seguramente una vez que superen el miedo a conservar su puesto por la amenaza que suponen los proveedores ASPs, podrán ver a éstos como aliados, siempre que los términos del contrato estén claros y sus objetivos se cumplan. En cualquier caso, la implantación de este modelo dependerá en gran medida de la aceptación del cliente español y del convencimiento de que se trata de una vertiente que le ofrece múltiples ventajas, como el hecho de olvidarse de la tediosa tarea de adquirir, implantar y mantener los equipos tecnológicos necesarios para funcionar de forma óptima, sin tener en cuenta la rápida obsolescencia de los mismos.

Una respuesta adecuada al cliente
Si la seguridad técnica y psicológica apuntan como los principales inhibidores para que los clientes utilicen este servicio, es la inversión necesaria para llevarlo a cabo la principal reticencia que muestran los proveedores. Según, Ángeles Meliches, responsable de alianzas estratégicas en Sun Microsystems, una de las preguntas típicas que se plantea el propio ASP no es otra que: ¿Seré capaz de dimensionar mi servicio? Y es que, como dice Meliche, “no puede prosperar el negocio ASP si el que lo da no asegura que estará disponible en cualquier momento, lugar y desde cualquier dispositivo”, se trata de ofrecer un acceso a las aplicaciones de una forma ubicua, y para ello hay que ser capaz de ofrecer una infaestructura sólida, robusta y también escalable.
Como un soplo de aliento para que los ASPs superen el pánico al fracaso, Álvaro Escudero, director de operaciones de SAP no cuestiona el futuro de este servicio. “Se han externalizado -apunta- servicios que en su día parecía increíble que los proporcionara alguien ajeno a la compañía, como es el caso de la vigilancia y seguridad de una empresa, pero las ventajas que aportan respaldan las espectaculares cifras del sector. Yo creo sin más, que a este segmento le ocurrirá lo mismo, el propio mercado evolucionará y lo asumirá de manera natural”.
Otra de las inspiraciones para que los desarrolladores de software se apunten a la moda ASP es el control sobre la utilización de sus aplicaciones. Podría significar un buen revés a la piratería de software en cuya ardua lucha está embarcada la Business Software Alliance (BSA).
En relación al retorno de la inversión que experimentarán los proveedores del servicio, dependerá de la complejidad de la solución ofertada por el ASP, pero Álvaro Escudero lo estima en un plazo mínimo de 24 meses, advirtiendo que para soportar ese plazo, la inversión deberá ser fuerte, y que aquellos planes de negocio que contemplen la entrada de clientes determinados, podrán acortarlo.
Sobre el futuro inmediato, la propia madurez del mercado empujará a una serie de alianzas estratégicas entre las telcos (donde se incluyen los ISPs), los fabricantes (ISVs), las compañías tradicionales de servicio, aquellas que aporten los elementos hardware, los componentes, infraestructura de telecomunicaciones o las consultoras de parametrización que empezarán a darse sobre el mapa español. Para Ángeles Meliche “vamos hacia un mundo especializado y lo crítico será lo bien que se sepan hacer las alianzas”. De momento, las primeras que se están dando relacionan a los fabricantes de software con aquellos que les puedan aportar la infraestructura hardware y de telecomunicaciones. En breve, podremos apreciar cómo se constituyen los primeros grandes supermercados de aplicaciones fruto de las alianzas llevadas a cabo.
Por lo que respecta a la preparación de las vías de acceso y líneas de conexión, los expertos coinciden en que a pesar de que tanto carriers como operadoras están realizando fuertes inversiones en nuestro país para proporcionar mayores anchos de banda y permitir la creación de redes más avanzadas con fibra óptica el camino por recorrer es largo. Lo cual no niega la evolución experimentada tras la liberalización de las telecomunicaciones. Los servicios que se anuncian son interesantes pero todavía no cumplen las expectativas de respuesta y fiabilidad.
Casi el 90% de las aplicaciones están ya escritas en modelo tradicional, es decir, la oferta de aplicaciones que pueden que pueden arrendarse se corresponde con las que actualmente existen en el mercado. Entre ellas destacan principalmente las personales, colaborativas y ERPs, que sin embargo deberán sufrir una adaptación a Internet si quieren estar disponibles en modo ASP. El porcentaje restante está destinado a nuevos desarrollos que se realizarán al amparo del nuevo medio, Internet. Por citar alguna que suponga cierta novedad, Telia dispone de e-office, con la que es posible la construcción de una Intranet al instante. Se empaquetan aplicaciones de trabajo en grupo que se hacen accesibles vía Internet.

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Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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