Transformación de la infraestructura de TI
Una de las claves principales es cómo crear valor para el negocio a través del uso de las tecnologías de la información (TI) y cómo una Infraestructura de TI ágil y flexible, construida sobre un Plan de Transformación de TI, puede optimizar los activos actuales y permitir aprovechar las tecnologías emergentes para responder a las necesidades del negocio con rapidez.
Tras años de reducción de costes, fusiones y adquisiciones, las empresas están considerando ahora realizar inversiones estratégicas en Infraestructura de TI. Accenture a través de un estudio de investigación a nivel mundial sobre las TI de Alto Rendimiento, ha constatado que muchas empresas prevén invertir más en mejorar sus infraestructuras de TI. Aun así, nos encontramos en un clima de tecnologías de información reacio al riesgo, en el que muy pocos departamentos de informática tienen la oportunidad de influir realmente en la cuenta de resultados.
Ante esta situación, el reto consiste en crear nuevas capacidades sin aumentar la complejidad y los costes de la infraestructura actual.
La mayoría de los sistemas de información e infraestructuras de TI han evolucionado y crecido de manera poco sistematizada, consecuencia de las fusiones y adquisiciones, o por la necesidad de satisfacer los requerimientos de una unidad de negocio específica, en lugar de realizarse mediante la ejecución de una estrategia de TI claramente definida. Las infraestructuras de TI resultantes son complejas, tienden a estar infrautilizadas, presentan problemas de integración y son poco flexibles y costosas de mantener.
Durante los últimos años, los Directores de Informática han tenido que reducir costes y a menudo la infraestructura de TI ha sido su objetivo principal. En lugar de introducir nuevas tecnologías para acelerar la productividad, muchas empresas se vieron obligadas a mantener sus infraestructuras de TI actuales, con una serie de arreglos rápidos, invirtiendo muy poco en nuevos sistemas y soluciones. Hoy en día, las organizaciones de alto rendimiento buscan infraestructuras de TI optimizadas, integradas y eficientes en coste, que impulsen a sus negocios, siendo el coste, la seguridad y la complejidad, los factores clave a largo plazo para las inversiones en infraestructura de TI.
Los objetivos fundamentales serán así pues: permitir que las organizaciones asuman rápidamente el control de sus costes de TI, la mejora de la seguridad de sus sistemas de información, la ampliación de sus capacidades para dar soporte a la estrategia de negocio y finalmente la autofinanciación resultado de las mejoras en costes basadas en las soluciones de TI a largo plazo. La consideración de las estrategias de outsourcing o co-sourcing deben formar parte también del plan global.
Para ello, partiendo de un diseño inicial de la estrategia de infraestructuras de TI, se sugiere definir una hoja de ruta que plantee un enfoque en tres fases de manera manejable, rentable y con el menor impacto posible a la operativa del negocio:
Primera fase: Estandarización y Consolidación de las infraestructuras de TI con un objetivo inmediato de reducir la complejidad, el gasto y los problemas de operación y gestión.
Segunda fase: Virtualización de la infraestructura que amplía los beneficios de las actividades de la primera fase una vez el entorno de TI está estandarizado.
Tercera fase: Provisión dinámica de infraestructuras de TI que permitirá a la organización explotar íntegramente las capacidades informáticas basadas en modelos de Utility-Computing. En este escenario, las empresas podrán aprovechar las capacidades de TI de proveedores externos y pagar sólo por el uso, por el tipo de servicio o por los recursos que utilicen. Las organizaciones líderes serán las primeras que adopten y den forma a este modelo de servicios de TI.
Juan Enero, socio de Accenture.