Mensajes a considerar

En la XII Conferencia Internacional ComputerWorld, celebrada recientemente en Marbella, se ha podido constatar que, cuando el binomio ponente-ponencia tiene atractivo, se prodigan novedades y mensajes que invitan a la reflexión e incitan al debate. Y provocar este tipo de catarsis debe ser irrenunciable en cualquier buena organización de eventos con pretensiones. En el nuestro se logró que, con mayor o menor intensidad, todas las ponencias cubrieran ese objetivo. Sin embargo, suscitó una especial curiosidad la intervención de representantes del sector público al focalizar un grave problema que vienen padeciendo: la escasez de RR.HH. en las áreas de especialidades TIC. Uno de ellos, de la Administración General del Estado (AGE), invocaba la necesidad de mayor atención por parte del Ejecutivo hacia una perentoria actualización de la RPT (Relación de Puestos de Trabajo) que afecte a especialistas TIC, para acabar con lo que les está sucediendo; problemas que, siendo coyunturales para otros, en sus entornos de responsabilidad se han convertido en estructurales.
Para aquellos que, con reiteración, están demandando del Gobierno la oportuna y necesaria revisión de la RPT en lo concerniente a las áreas TIC, se ha podido abrir una pequeña brecha a la esperanza, por el reconocimiento expreso de la Vicepresidenta del Ejecutivo de lo que viene sucediendo. Ella presidía la reunión en la que desde el ámbito económico del Gobierno se pretendía frenar el concurso que ha puesto en marcha la Tesorería General de la Seguridad Social para contratar servicios de asistencia técnica por unos 119 M. de euros. Y fue ella quien, reconociendo la imperiosa necesidad expuesta por parte del usuario dio luz verde a la continuidad del proceso del concurso, e instó a la inmediata creación de un equipo de trabajo para que estudie criterios de modificación de la RPT en relación a las TIC, con aportación de medidas concretas para paliar, o evitar, las consecuencias del problema. No obstante, dependiendo de la sapiencia y erudición de los componentes del grupo de trabajo y si analizan lo que sucede en países de nuestro entorno, podrían proponer en sus conclusiones una paulatina externalización de servicios en la AGE. Loa números, como siempre, resultarán convincentes si se saben emplear bien. Todo dependerá de si, lo que se persigue, son objetivos económicos o políticos.