Los pros y contras de RFID marcarán el pulso de su evolución

La interconexión entre dos dispositivos, una tarjeta y una antena, que consiguen “hablar entre sí” con un radio de frecuencia de hasta varios kilómetros ofrece una nueva unión de las posibilidades de esta tecnología. Frente a las ventajas claras que puede generar, a nivel de aumento de la productividad y de ahorro de costes añadidos, hay que asumir la existencia de una serie de handicaps, como el coste de las tarjetas, la no completa estandarización o los posibles riesgos en la preservación de la intimidad.

primera vista pueden aparecer cientos de aplicaciones comerciales e industriales, por ejemplo, dentro de un almacén industrial, mediante tecnología RFID, sería posible mantener un control exhaustivo del inventario de los productos, su localización, cantidad y demás variables que mejorarían los procesos industriales y de producción.
Es claro que los almacenes pueden aumentar la productividad gracias a las posibilidades que esta tecnología ofrece para el control de los inventarios, el cumplimiento de los pedidos, la organización logística de los almacenes, la identificación de productos por parte de las carretillas elevadoras, el control de accesos y el repuesto del stock en los estantes del supermercado. Lectores especiales integrados en las estanterías hacen el seguimiento del stock y notifican a los distribuidores cuándo hace falta reponerlo.
Además, gracias a RFID, los operadores de logística controlan y gestionan en todo momento el estado de los contenedores de transporte, lo que les proporciona ahorros importantes para su negocio.
Por otro lado, la demanda de proyectos con esta tecnología va en aumento. De hecho, un estudio realizado por Capgemini revela que los consumidores europeos están empezando a reconocer que la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) traerá verdaderas ventajas en su día a día. La mayoría de los encuestados aseguraron que comprarían productos con RFID si esto significase una reducción potencial del robo de coches (un 70% de los encuestados), una recuperación más rápida de los artículos robados (un 68%) y una mejora en la seguridad de la prescripción de fármacos (un 63%). Los consumidores identificaron como importantes ventajas adicionales del RFID la mejora de la seguridad y de la calidad de los alimentos; una mejora en la gestión de devoluciones y reclamaciones en tienda; y un paso más rápido por caja en las tiendas.
Sin embargo, el estudio también revela que las preocupaciones por temas de privacidad amenazan con eclipsar las ventajas de RFID. Más de la mitad (un 55%) de los encuestados están preocupados en mayor o menor grado por si las etiquetas RFID permitirán a las empresas seguir el rastro a los consumidores a través de la compra del producto, mientras que a un 59% les preocupa que las etiquetas RFID permitan que los datos sean libremente utilizados por terceros.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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