Logic Control se reestructura para afrontar la crisis. Jaume Ollé, Director General de la compañía, confía en volver a los beneficios este año.

Los primeros números rojos de su historia -250 millones de pesetas de pérdidas en 1992- han hecho que Logic Control, empresa radicada en Sabadell, reflexione sobre cómo afrontar su futuro. Tras los dos últimos años en los que facturación ha descendido de forma alarmante, el año pasado registró unas ventas totales de 6.700 millones de pesetas, excluidas las de Softec, empresa de CAD/CAM participada por Logic Control en un 20% del capital. Las primeras medidas han sido independizar la división de grandes cuentas, potenciar el lanzamiento de una nueva colección de software bajo Windows (LogicWin) y reducir drásticamente las ventas de hardware, verdadero talón de Aquiles de la compañía, y de empleados -200 menos en dos años- que deja la plantilla en 500 trabajadores.

El Director General de Logic Control, Jaume Ollé, en unas declaraciones exclusivas a COMPUTERWORLD, ha expresado su satisfacción por volver a la línea inicial de la compañía: el software y los servicios.

Para 1993, Ollé ha asegurado que la empresa puede volver a los beneficios. El presupuesto fijado por la compañía para este año supone realizar unos ingresos totales de 7.062 millones de pesetas: 1.512 millones en hardware (862 de la propia Logic y 650 millones de la división autónoma de Grandes Cuentas) y 5.550 millones por software y servicios (1.000 millones por la venta de software, 971 por el mantenimiento de las aplicaciones, 750 por el centro de cálculo, 400 por la formación y otros 400 millones por el suministro -filtros, pantallas, SAIs, etc.- que se instala con los equipos). No obstante, las diferencias con otros ejercicios son notables, aún cuando no se puede realizar una total comparación: en 1991, incluida la división de CAD/CAM, todavía propiedad de la firma catalana, las ventas fueron de 8.361 millones de pesetas. De esta cantidad, 4.500 millones correspondieron a la venta de hardware (unas 12.000 unidades). El objetivo de la compañía es reducir al mínimo imprescindible los ordenadores en stock y tan sólo confiar a la división de Grandes Cuentas la mayor parte de las ventas.

Además de los 250 millones de pesetas de pérdidas de 1992 y la importante reducción de personal, otro dato negativo para las cuentas de la compañía es que se ha visto obligada a renegociar dos créditos de 150 millones de pesetas con el Banco de Sabadell y el BBV. Ollé no ha dado la mayor importancia a este hecho y ha afirmado que no estábamos acostumbrados a solicitar créditos. Tenemos muy buenas relaciones con estos Bancos y ellos mismos nos han aconsejado la renegociación de los créditos a tres años.

Por su parte, la participada Softec ha facturado unos 1.000 millones de pesetas, con unos beneficios de alrededor de 120 millones. Para Jaume Ollé, esta es una de las empresas que mejor está funcionando dentro del sector.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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