Llegó la hora…
En una situación como la actual en donde las palabras crisis, recesión, desplome, despidos… son una constante diaria y en la que muy pocos se salvan de la quema, siempre se busca algún dato que permita ver la luz al final del túnel. Y, aquí está: según las últimas informaciones, esos pocos sectores que no están siendo castigados por la crisis se pueden reducir a uno: el sector de las Tecnologías de la Información. Un sector que, al menos en nuestro país, es el único que no registró una evolución negativa durante el pasado año. Dicho esto y sumado a las palabras del ministro del ramo, que afirmó durante la celebración del Mobile World Congress en Barcelona que “en un entorno económico difícil marcado por una enorme depresión, el sector de las TIC es clave para el crecimiento futuro, además de ser un motor para permitir salir de la crisis”, debo de entender que a las TIC se les ha acabado la etapa de prometer para pasar de forma inmediata a la acción. No digo que hasta ahora no lo hayan hecho, sino que ahora no hay lugar para promesas de futuro. Hoy invertir en TIC debe significar crecimiento inmediato y futuro, tal y como muchas empresas del sector han afirmado durante años. Además, teniendo en cuenta que es uno de los sectores menos castigados por esta implacable crisis, también, creo yo, les toca convertir en realidad ese concepto tan usado de “socios estratégicos” y no permitir que muchas de las empresas de este país (la mayoría pymes) se vean abocadas al cierre por la incapacidad de acceder a la magia de las tecnologías. Por todo ello, considero que esta negativa situación conllevará muchas cosas, muchas de ellas previsibles, pero también está convirtiendo a las TIC en la clave para salir de la crisis. Una gran responsabilidad para este sector, así que lo único que se le puede pedir es que esté a la altura, ya que ésta puede ser una oportunidad única para que las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones estén situadas donde siempre debieron estar.
