Lean IT o cómo dar al cliente lo que precisa a un precio competitivo
Desayunos ComputerWorld: La filosofía Lean aplicada a las TIC es capaz de optimizar los procesos de negocio
Compusof organizó con la colaboración de ComputerWorld el 1 de julio una mesa redonda que, bajo el título ‘Infraestructuras convergentes y Lean IT’, congregó a distintos líderes de la industria tecnológica y a directivos de diversas organizaciones del sector privado y público para debatir sobre los aspectos más relevantes de estas nuevas tendencias. Moisés Camarero, director general de Compusof, compañía que cuenta con más de 500 empleados en varios países y mantiene una fuerte presencia en España y Latinoamérica, abrió el encuentro explicando la visión de su organización acerca de los temas propuestos, y sobre los que centra su estrategia. Partiendo de la premisa que ahora mismo nadie discute el valor que aporta la tecnología a las organizaciones, Camarero precisó que “sobre lo que sí se discute es sobre los presupuestos de TI. Así que las empresas y organismos públicos necesitan mayor flexibilidad, y disponer de infraestructuras que converjan”.
En este sentido, Alejandro Jareño, directivo de Telefónica, comentó que desde su organización se está poniendo foco en la virtualización, que ayuda a que las empresas puedan optimizar sus infraestructuras, la gran preocupación actual del sector.
También Miguel Fajardo, director de la unidad de negocio de servidores de Microsoft, quiso poner especial atención en el área de virtualización, donde debe haber grandes mejoras, “especialmente derivadas de los ahorros de costes y la simplificación de procesos; aunque sin una buena gestión no hay beneficios”, puntualizó. Asimismo, Ignacio González, director general de Informática Tributaria de la Agencia Tributaria, afirmó que “la optimización de las infraestructuras es fundamental”, aunque por otro lado, al hilo del debate sobre la metodología Lean, se mostró algo más escéptico en lo que respecta a su aplicación en el terreno de las TIC. Este modelo de gestión enfocado a procesos de manufacturación persigue aumentar la calidad reduciendo costes y tiempo. Aunque nació en los años 60 en Toyota, aún es una gran desconocida para gran parte de las empresas de nuestro país. Al mismo tiempo, algunas organizaciones no ven que encaje este tipo de filosofía con su modelo de trabajo, como señaló para el caso de las Administraciones Públicas Joseba García, subdirector general de Proceso de Datos del Ministerio de Trabajo, aunque su compañero Alejandro Lazcano, subdirector general de Planificación y Coordinación Informática en el Ministerio incluyó la recomendación de “establecer todas aquellas líneas verticales a nivel de unidad que sean similares para ver si se puede transformar en una línea horizontal”, como una forma de ahorro de costes.
Para Jorge Lang, director sector público y corporativo en Intel, “Lean es más una filosofía que una metodología”. Éste comentó que en Intel existen varios grupos de trabajo que están aplicando esta filosofía desde hace tiempo, intentando reducir procesos antiguos dentro de la cadena de producción. Por tanto, se trata más de un cambio cultural que técnico, pero, como indicó Moisés Camarero, “la tecnología puede ayudarnos de una forma muy importante a 'ser más Lean”. Por ejemplo, puede “eliminar el malgasto de tiempo en procesos que no aportan valor y aplicar modelos de TI más baratos como cloud y el software libre”, según José María de la Torre, director general de almacenamiento, servidores y redes de HP Ibérica. Otro motivo por el que ahora vuelven a ser necesarias estas viejas prácticas es que “sin automatización, la gestión de los sistemas es inviable, ya que aunque ha aumentado la complejidad de éstos, los sigue administrando el mismo número de personas”, añadió Pedro Suja, director de infraestructuras en BBVA.
No obstante, para Antonio Gelart, director del CPD, mercados y red exterior de BBVA, “Lean es darle al cliente exactamente lo que necesita a un precio competitivo. No es sólo hacerlo lo más barato posible, sino proporcionarle sólo lo que precisa”. Aunque claro, para optimizar la producción y los procesos lo primero es tener un objetivo. Para ello, “tenemos que saber hacia dónde va la organización y alinearla toda ella para cumplir ese objetivo”, explicó Alejandro Lazcano.
Replicación o simplicidad
Otro de los problemas que pueden derivar de estructurar las organizaciones bajo entornos cada vez más complejos lo señaló Carlos Maza, subdirector general de TI del Ministerio de Industria: “Ir arrastrando en el futuro costes cada vez más altos de gestión”. Por lo que, “ahora mismo nos encontramos con dos polos en el mercado, la replicación o la simplicidad”, comentó González. Por ello, hay que hacer las cosas lo mas sencillas posible al menor coste. Según Joseba García, existe actualmente una tendencia a crear desarrollos demasiado grandes para las necesidades que realmente se tienen. Además, en contra de otros directivos de la mesa, considera que “en el caso del cloud computing, excepto para pequeños entornos o picos de trabajo, este modelo no es tan rentable como tener la infraestructura en casa, y esto es algo que llevo viendo desde que cloud se llamaba outsourcing”. Aunque por contra, Fajardo sí considera un método muy ‘Lean’ el uso de cloud computing, ya que “sólo se paga por lo que se necesita, lo que permite obtener sinergias de costes”. De modo que el problema reside en que los proveedores no son capaces de explicar bien el concepto.
“La simplicidad de una solución aumenta cuando se estandariza”, explicó José María de la Torre. Además, según Lang, ahora mismo se exige a los fabricantes que hagan un esfuerzo por la estandarización de sus productos. Sin embargo, aunque hay cierta tendencia a encontrar una solución universal “cada organización tiene unas necesidades y prioridades que no tienen por qué ser universales”, añadió González, a la vez que se preguntó “¿hasta qué punto tenemos que darle importancia a ese cliente sofisticado que busca ‘lo último’ y hacer cada vez más complejos los sistemas?”. Para Suja, la complejidad no aporta nada al cliente, aunque su moralidad “le obliga” a hacer llegar la tecnología a todo el mundo. Al final, sobre todo en tiempos de crisis, hay que ser prácticos, como indicó Camarero para finalizar.
En este sentido, Alejandro Jareño, directivo de Telefónica, comentó que desde su organización se está poniendo foco en la virtualización, que ayuda a que las empresas puedan optimizar sus infraestructuras, la gran preocupación actual del sector.
También Miguel Fajardo, director de la unidad de negocio de servidores de Microsoft, quiso poner especial atención en el área de virtualización, donde debe haber grandes mejoras, “especialmente derivadas de los ahorros de costes y la simplificación de procesos; aunque sin una buena gestión no hay beneficios”, puntualizó. Asimismo, Ignacio González, director general de Informática Tributaria de la Agencia Tributaria, afirmó que “la optimización de las infraestructuras es fundamental”, aunque por otro lado, al hilo del debate sobre la metodología Lean, se mostró algo más escéptico en lo que respecta a su aplicación en el terreno de las TIC. Este modelo de gestión enfocado a procesos de manufacturación persigue aumentar la calidad reduciendo costes y tiempo. Aunque nació en los años 60 en Toyota, aún es una gran desconocida para gran parte de las empresas de nuestro país. Al mismo tiempo, algunas organizaciones no ven que encaje este tipo de filosofía con su modelo de trabajo, como señaló para el caso de las Administraciones Públicas Joseba García, subdirector general de Proceso de Datos del Ministerio de Trabajo, aunque su compañero Alejandro Lazcano, subdirector general de Planificación y Coordinación Informática en el Ministerio incluyó la recomendación de “establecer todas aquellas líneas verticales a nivel de unidad que sean similares para ver si se puede transformar en una línea horizontal”, como una forma de ahorro de costes.
Para Jorge Lang, director sector público y corporativo en Intel, “Lean es más una filosofía que una metodología”. Éste comentó que en Intel existen varios grupos de trabajo que están aplicando esta filosofía desde hace tiempo, intentando reducir procesos antiguos dentro de la cadena de producción. Por tanto, se trata más de un cambio cultural que técnico, pero, como indicó Moisés Camarero, “la tecnología puede ayudarnos de una forma muy importante a 'ser más Lean”. Por ejemplo, puede “eliminar el malgasto de tiempo en procesos que no aportan valor y aplicar modelos de TI más baratos como cloud y el software libre”, según José María de la Torre, director general de almacenamiento, servidores y redes de HP Ibérica. Otro motivo por el que ahora vuelven a ser necesarias estas viejas prácticas es que “sin automatización, la gestión de los sistemas es inviable, ya que aunque ha aumentado la complejidad de éstos, los sigue administrando el mismo número de personas”, añadió Pedro Suja, director de infraestructuras en BBVA.
No obstante, para Antonio Gelart, director del CPD, mercados y red exterior de BBVA, “Lean es darle al cliente exactamente lo que necesita a un precio competitivo. No es sólo hacerlo lo más barato posible, sino proporcionarle sólo lo que precisa”. Aunque claro, para optimizar la producción y los procesos lo primero es tener un objetivo. Para ello, “tenemos que saber hacia dónde va la organización y alinearla toda ella para cumplir ese objetivo”, explicó Alejandro Lazcano.
Replicación o simplicidad
Otro de los problemas que pueden derivar de estructurar las organizaciones bajo entornos cada vez más complejos lo señaló Carlos Maza, subdirector general de TI del Ministerio de Industria: “Ir arrastrando en el futuro costes cada vez más altos de gestión”. Por lo que, “ahora mismo nos encontramos con dos polos en el mercado, la replicación o la simplicidad”, comentó González. Por ello, hay que hacer las cosas lo mas sencillas posible al menor coste. Según Joseba García, existe actualmente una tendencia a crear desarrollos demasiado grandes para las necesidades que realmente se tienen. Además, en contra de otros directivos de la mesa, considera que “en el caso del cloud computing, excepto para pequeños entornos o picos de trabajo, este modelo no es tan rentable como tener la infraestructura en casa, y esto es algo que llevo viendo desde que cloud se llamaba outsourcing”. Aunque por contra, Fajardo sí considera un método muy ‘Lean’ el uso de cloud computing, ya que “sólo se paga por lo que se necesita, lo que permite obtener sinergias de costes”. De modo que el problema reside en que los proveedores no son capaces de explicar bien el concepto.
“La simplicidad de una solución aumenta cuando se estandariza”, explicó José María de la Torre. Además, según Lang, ahora mismo se exige a los fabricantes que hagan un esfuerzo por la estandarización de sus productos. Sin embargo, aunque hay cierta tendencia a encontrar una solución universal “cada organización tiene unas necesidades y prioridades que no tienen por qué ser universales”, añadió González, a la vez que se preguntó “¿hasta qué punto tenemos que darle importancia a ese cliente sofisticado que busca ‘lo último’ y hacer cada vez más complejos los sistemas?”. Para Suja, la complejidad no aporta nada al cliente, aunque su moralidad “le obliga” a hacer llegar la tecnología a todo el mundo. Al final, sobre todo en tiempos de crisis, hay que ser prácticos, como indicó Camarero para finalizar.
