"La inmadurez del mercado impide su autoregulación"
Luis Álvarez Satorre, director general de BT en España
¿Cómo asume BT, una compañía estatal, su entrada en España en 1989 en mercados nicho donde además no está posicionada? ¿Cómo fueron esos primeros pasos?
- Este año cumpliremos nuestro decimoquinto aniversario en España y desde nuestra implantación siempre hemos demostrado nuestro compromiso con el mercado español. Llegamos para quedarnos. Empezamos con los servicios de transmisión de datos internacionales y hemos ido aprovechando las oportunidades del mercado. En 1998 se produjo la liberalización y la aprovechamos constituyéndonos en 1999 como operador completo.
Ya convertidos en operadores globales, ¿ha resultado duro competir con Telefónica?
- Competir en un mercado como el español no es fácil porque nos enfrentamos una gran operadora de telecomunicaciones como es Telefónica, pero esto nos concede más mérito. Nos hemos esforzado en convencer a las empresas que era factible competir, que el hecho de que en España hubiese más operadores no significaba otra cosa que mejoras en los servicios, en sus niveles y en los precios.
Pero, ¿cuál es el verdadero diferencial de BT?
- Que el cliente es el centro de la compañía, todos entendemos y valoramos esta máxima. En cuanto a las armas con las que hemos alcanzado nuestro posicionamiento actual destacaría la innovación, el ser capaces del liderar lo que se estaba haciendo en el mercado. Fuimos pioneros en la integración de voz y datos, en poner en marcha Frame Relay, y el primer operador en gestionar contratos de outsourcing global en España. Queremos seguir en esa línea, estando siempre en vanguardia.
¿Cómo pasa una compañía de telecomunicaciones a una empresa global de servicios?
- Ampliando nuestra gama de soluciones y no sólo en el ámbito de las telecomunicaciones sino también en el de la informática. Nuestra vocación es la de prestar servicios a empresas y organizaciones de la Administración Pública.
La inversión en infraestructuras ha llevado a muchas empresas del mundo de las telecomunicaciones a la quiebra durante los años de la crisis, ¿cómo ha salido parada BT?
- Como grupo tenemos la mejor posición financiera a nivel europeo. En España acabaremos el año fiscal con 260 millones de euros de facturación, con un crecimiento del 15% por encima del sector. Una rentabilidad con la que nos hemos posicionarnos en segundo lugar en el mundo empresarial tras Telefónica, en términos de facturación. Esto nos permite seguir invirtiendo en la conexión de los clientes a nuestra red, el despliegue de fibra óptica o conexiones con terceros operadores.
¿Les ha hecho algún daño el retraso continuado de UMTS en nuestro país?
- No. UMTS es una buena oportunidad para los que prestamos servicios a operadores y clientes, ya que nos permitirá seguir creciendo. Además de una de las mayores plataformas de SMS independientes del mercado español.
¿Cómo les afecta la redacción de la nueva LGT?
- La nueva LGT intenta alinearse con directivas europeas y en este sentido la apoyamos. El marco regulatorio tiene que ser estable pero creo que su acomodación debe ser consensuada. Existe un grave riesgo de modificarla sin la discusión de los agentes que intervienen en el sector para asegurar que todos nos beneficiaremos en el corto/medio plazo. Lo deseable es que el mercado se regulara a sí mismo, pero su inmadurez impide su autoregulación. Pero, por nuestra parte, abogamos por una mayor flexibilidad y una regulación de precios impuestas por el mercado.
¿Y la reforma de la CMT?
- La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones debe combinar la orientación a los 18 mercados que le competen con una cierta coherencia. Fragmentar un mercado que tiende a la competencia tiene su complejidad, y ese es el gran reto de la CMT actualmente.