La falta de entendimiento entre tecnología y negocio compromete la labor del director de Sistemas

En los últimos años, las instalaciones informáticas de las empresas han aumentado tanto en número como en complejidad. Ahora, los consejos de administración, impulsados por un período de franca recesión que no parece tener fin, dirigen sus miradas hacia el director de Sistemas como el chivo expiatorio causante de sus elevadas deudas, provocadas por una excesiva inversión en tecnología que no ha cumplido con lo que se esperaba de ella.

Bajo este escenario, “el director de Sistemas se enfrenta en su empresas a una exigencia clara: optimización de lo que ha adquirido anteriormente”, subraya Jaime García, director de Análisis de IDC España.

Alinear tecnología y negocio
Inmersos cada vez más en un entorno económico altamente competitivo y globalizado, la exigencia de un sistema de calidad en las Tecnologías de la Información se convierte en un valor estratégico para las empresas, independientemente del sector al que pertenezcan. El objetivo, según explicó Jaime Garcia “es traducir las inversiones tecnológicas en parámetros financieros”. En la mayoría de los casos, las empresas carecen de un plan específico para conocer la alienación entre negocio y tecnología. Es por ello que “el primer paso que debe afrontar la empresa es mejorar el nivel de comunicación entre la gestión de TI y el negocio”, comenta García. Pero este proceso no parece una tarea fácil. Según un estudio encargado por Mercury a IDC, casi dos tercios de las grandes empresas europeas que han implementado una política de calidad en TI (62%) afirman que no ha sido completamente efectiva, ya que encuentran grandes defectos en sus sistemas de TI. Esta situación se ve agravada cuando el mismo estudio señala que la dificultad de los directores generales y los departamentos de negocio para comprender los retos y las restricciones de los departamentos de TI (72% de las empresas consultadas) y la dificultad de los directores de TI para integrar objetivos de negocio en las políticas de TI (52%).

Consolidar el BPO
Para mejorar la satisfacción del usuario y alinear los objetivos informático con los de negocio supone según Jaime García, “la automatización de procesos de negocio, tecnología informática, los departamento informático y su organización”. Aunque de momento, según recoge el estudio de IDC, sólo el 26% de las empresas tienen una visión sistemática de la calidad informática, parece que se percibe una reactivación de las empresas, ya que un 69% de las encuestadas afirman haber iniciado políticas dedicadas a la calidad informática o tienen previsto hacerlo.
A la hora de implantar una estrategia de calidad adecuada surgen dudas respecto a ¿cómo saber que proceso es el más apropiado? ¿cómo medir el impacto de los distintos procesos en el rendimiento de la empresa? ¿cómo se evalúa el riesgo de cada proceso, y cómo optimizar la inversión y resultado de la estrategia escogida? Ante este mar de dudas, Mercury fue pionero en acuñar el concepto de BPO (Business Technology Optimization) en el mercado de las TI. “BTO significa hablar en el lenguaje del negocio”, subraya Gabriel Martín, director general de Mercury España.
Por otra parte, la compañía ha anunciado la disponibilidad de su herramienta Optane para la optimización de las aplicaciones J2EE.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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