La estandarización y la regulación flexibles, claves para el desarrollo de la RFID

Future Trends Forum desvela las conclusiones de su primer encuentro

Aunque la radiofrecuencia (RFID) tiene sus orígenes en aplicaciones militares y civiles de la II Guerra Mundial, no ha sido hasta la miniaturización de componentes cuando se ha empezado a hablar de esta tecnología como una realidad. La necesidad de una normalización para la unificación de los tipos de chips, así como de los sistemas de frecuencia se erigen como los principales puntos a abordar para el correcto desarrollo e implantación de esta tecnología, que se estima moverá hasta 4,5 miles de millones de dólares en 2008.

Imaginar un hipermercado sin cajas ni cajeros o un médico que conozca nuestro historial sin que se lo hayamos dado, no es algo imposible. La tecnología RFID, en cuyo desarrollo y perfección se trabaja de forma intensiva, puede hacerlo realidad. No obstante, y a pesar de la existencia de numerosos proyectos piloto en todo el mundo, la implantación y adopción de esta tecnología aún debe salvar algunos obstáculos, especialmente, en lo que al precio de los chips y a la necesidad de un estándar de frecuencia se refiere. Así se desprende de las conclusiones extraídas de la primera reunión de Future Trends Forum (FTF), de la Fundación de la Innovación Bankinter, y que, con el objetivo de estimular la innovación en España, “reúne a los principales líderes de opinión mundiales para analizar las tendencias socioeconómicas y tecnológicas con el fin de transmitir, de forma neutral, ese conocimiento al tejido empresarial para estimular nuevas oportunidades de negocio”, apunta Mónica Martínez, directora del FTF. Esta entidad ha dado a conocer las conclusiones que se extraen de la primera reunión, de las dos que se realizarán anualmente, llevada a cabo el pasado mes de diciembre y que ha girado alrededor de la tecnología RFID. De acuerdo con los 17 expertos que debatieron sobre el tema, “con una estandarización y una regulación flexible, el RFID será una ventaja competitiva vital en determinados sectores”.
Juan Soto, ex presidente de la Comisión especial de estudio para el desarrollo de la SI en España, y miembro participante en el FTF, apunta que la RFID se trata de “una tecnología con un enorme atractivo, sobre todo para los grandes retailers, por el manejo de la mercancía. Sin embargo, el aún elevado coste de los chips, entre otros motivos, impide su popularización”. De acuerdo con Soto, si actualmente existen 220 millones de chips con antena de radiofrecuencia incorporada, “la previsión es que, en 2007, esta cifra alcance los 1.700 chips y, si su precio hoy, dependiendo de la tipología, es de 50 céntimos de dólar, en 2008-2010, será de 5 céntimos de dólar”.
Sin duda, el factor precio tiene un peso considerable ya que, como destaca Rafael Unguina, director técnico para Europa de Checkpoint, “si una gran superficie eleva el precio de sus productos por haber incorporado esta tecnología, al final es siempre el consumidor final quien lo paga. No obstante, si con ello la firma incrementa su productividad y sus beneficios, también puede haber una bajada de los precios de consumo”.

Barreras tecnológicas
Junto al factor precio, los fabricantes también están trabajando en la resolución de los aspectos técnicos de la tecnología RFID como la normalización de tipologías (sólo de lectura, lectura y una vez escritura o lectura y escritura múltiple), y las distintas frecuencias, desde baja con 125 y 134 KHz, a altas como los 13,56 MHz para el control de accesos de etiquetado de productos. No en vano, el pasado mes de septiembre, la EPC Global, organismo encargado del desarrollo de estándares, lanzaba la primera versión del estándar para chips, servidores y antenas para la Codificación Electrónica de Productos (EPC). Asimismo, firmas como Oracle o SAP, entre muchas otras, trabajan en la creación del software necesario para captar información de RFID y generar acciones que optimicen el coste. Por otra parte, las resoluciones del FTF concluyen que la implantación a gran escala de los sistemas RFID, de hacerse de forma incontrolada, podría llegar a suponer una intromisión en los derechos de privacidad del individuo en caso de acceso no autorizado de terceros a bases de datos cruzadas. La solución sería que los datos de cada base no tuviesen significado alguno para las bases restantes. “Que el usuario sea el propietario de la tecnología para que pueda controlar su propio nivel de privacidad, será algo fundamental”, apunta la directora del FTF.
Con todo, la adopción de la tecnología RFID será una realidad que, si bien Juan Soto apunta que en 2004 moverá alrededor de 500 millones de dólares, dentro de cuatro años alcanzará los 4,5 miles de millones de dólares. Para Mónica Martínez, “el RFID va a cambiar los procesos y quedará como algo puntual para segmentos muy puntuales”.


Experiencias pioneras
-------------------------------
Sectores como la medicina, la distribución comercial, la logística o el ocio ya han sido campo de actuación de proyectos basados en tecnología RFID. Valga como ejemplo que la cadena estadounidense Wal-Mart prevé ahorrar 3,5 miles de millones de dólares haciendo que sus 100 principales proveedores usen etiquetas RFID en el envío de pallets y cajas a sus centros de distribución antes de enero de 2005.
Así, aunque muchos sean los sectores que se pueden beneficiar, los grandes impulsores de esta tecnología serán los grandes retailers. En España, grandes cadenas como Carrefour o El Corte Inglés ya están trabajando en las primeras pruebas piloto. Sin embargo, la normativa de la Unión Europea que obligará a la industria alimentaria a responder de la trazabilidad de todos los componentes de sus productos, y que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2005, acelerará la adopción de RFID. Aunque la UE no especifica la tecnología a emplear para hacer esta trazabilidad, los expertos apuntan que, sin duda, la tecnología RFID tendrá mucho que decir.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

ny2 ACTUALIDAD

ny2 Sociedad de la información

Día de la Movilidad y el BYOD Coffee Break