La calidad del software, asignatura pendiente en España

Según los expertos del Foro de las Nuevas Tecnologías de Cibernos

El Foro de las Nuevas Tecnologías organizado por Cibernos con el apoyo de ComputerWorld debatió en su última edición sobre la calidad del software y su situación actual en España, con la presencia de algunas empresas del sector para que pudieran ofrecer su punto de vista práctico. Una cuestión en la que, según se concluyó, queda mucho por hacer.

Tras la presentación de los expertos invitados a la sesión del Foro de las Nuevas Tecnologías dedicada a la calidad y certificación del software y sus implicaciones para la empresa, moderada por Rafael Fernández Calvo, se inició el turno de ponencias. El primer invitado, Luis Fernández Sanz, director de Programación e Ingeniería del software de la Universidad Europea de Madrid CEES, explicó el “estado del arte” en calidad y certificación del software. Para él consiste en poner una serie de barreras al software que tiene que superar para alcanzar una grado de calidad. Fernández dijo que aunque hay varios modelos para medir la calidad del software, como el de McCall, las empresas prefieren establecer sus propios medios de medición. “Lo que normalmente valoran los clientes como signo de calidad es la entrega a tiempo y que el valor del software se corresponda con su precio”, dijo Fernández. Según este experto, la dificultad para medir la calidad del software radica en la naturaleza especial del software que en vez de fabricarse, en sentido clásico, se desarrolla y además de forma artesanal ya que normalmente se construye a medida. Por ello el coste se lo lleva el diseño y el producto final es más lógico que físico.
“A nivel de empresa, la calidad debe formar parte de la política general y la dirección debe expresarla explícitamente diciendo lo que debe hacerse y haciendo lo que se dice. Además debe considerarse la posibilidad de conseguir una certificación de terceros. Luego a parte, en el desarrollo de cada proyecto, deben de verificarse los requisitos del análisis, verificarse el diseño y el código, revisar las prueba y realizar, a parte, una prueba independiente. Las pruebas deben hacerse mediante la ejecución de software con ciertos datos de entrada para detectar defectos mediante la comparación de los resultados obtenidos con los correctos”, argumentó Luis Fernández Sanz en su intervención en el Foro. Según contó, el modelo de calidad de la norma ISO 9126 se basa en los siguientes parámetros: funcionalidad, fiabilidad, facilidad de mantenimiento, facilidad de uso, eficiencia y portabilidad.

La situación española
José Domingo Carrillo, presidente de la Asociación Española de Métricas de Software (AEMES), aportó al Foro sus conocimientos sobre la situación de la certificación del software en España en la actualidad. Según Domingo, “no existe una cultura de la innovación y la calidad en las organizaciones y podríamos definir la calidad del software en España como desconocida, aunque algunos y evidencias apuntan a una calidad errática”. Y añadió, “en muchas empresas se han institucionalizado las malas prácticas y se nota una carencia de profesionales y una necesidad de reciclaje de los existentes”. Para Domingo, la calidad en el software es proporcionar a los clientes lo que quieren, de acuerdo con unos estándares y unas especificaciones de los que desean, con un grado predecible de fiabilidad y uniformidad, a un precio que se ajusta a sus necesidades. Este experto opina que para obtener software de calidad no basta con aplicar una ingeniería del producto adecuada, sin considerar todos los procesos que intervienen en su desarrollo de una manera integrada, sistemática y sincronizada para obtener un producto de calidad, en los plazos y coste acordados. Domingo distinguió dos tipos de medida de calidad, la de proceso y la de producto. La primera mediría la calidad de los atributos asociados con el ciclo de vida de desarrollo del software antes de que esté en producción, mientras que el segundo mediría aquellos aspectos de la calidad asociados con el software entregado una vez que está en producción. Según esta tipología, la métricas de proceso tendrían en cuenta la eficiencia en la eliminación de defectos, el análisis del nivel de defectos, la eficiencia de las inspecciones y la eficiencia de las pruebas. Por su parte, las métricas de producto medirían las peticiones de mantenimiento resueltas, las peticiones resueltas dentro de SLA en plazos acordados, el número de defectos con relación al tamaño funcional, la eficiencia en la eliminación de los defectos y la satisfacción de los clientes.
Según un estudio de octubre de 2000 realizado por la ESI, los problemas más frecuentes del software europeo son la reusabilidad, la desviación de costes de proyectos y los procesos sin definir, por este orden. Específicamente en España, se señalaban la desviación de tiempo de proyectos, los costes de mantenimiento y una calidad desconocido como los mayores proyectos. Este último punto se apoya en el hecho de que un 28% de las empresas de software españolas no utilizan ninguna modelo de calidad. Del resto de empresas, un 62% utiliza el modelo de ISO 9001, el 7% Spice y el 3% CMM. Por Comunidades Autónomas, las empresas de Madrid son las que demuestran un mayor interés por la calidad del software mientras que las de Castilla León son las que menos, según el informe de la ESI. En total en España 86 empresas informáticas certificaron su software con la norma de AENOR ISO 9001 entre 1991 y 2001 y dos lo hicieron con CMM de ESI.
Luisa Morales, directora responsable del área de calidad y certificación de software de Coritel, explicó que en su empresa, que cuenta con el certificado de AENOR, el proceso de calidad que se sigue es el de satisfacción de sus clientes a través de “un producto de calidad, entregado en la fecha comprometida y dentro del presupuesto acordado”.
Por último, Juan Izquierdo Jiménez, director técnico de Sema Group ofreció la visión de su empresa, que también cuenta con la certificación ISO 9001. Expuso que “la calidad permite dar confianza a los clientes y a los proveedores, dar confianza interna y aprovechar la experiencia intelectual”. Para conseguirla en Sema Group se realizan análisis de riesgo desde la propuesta; gestión de proyectos a través de un dossier unificado; evaluación y seguimiento de la satisfacción de los clientes; evaluación y seguimiento de la satisfacción del personal; y, un balance fin de proyecto.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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