Inprise/Borland retoma el mercado de programadores

Triplica el valor de las acciones en siete meses

Tras cerca de diez años de inestabilidad, incluyendo el paso de cinco CEO con los consiguientes cambios de estrategia, Inprise/Borland vuelve a sus orígenes: los desarrolladores, “clientes de los que nunca teníamos que habernos alejado”, según unas declaraciones realizadas por Dale Fuller, presidente y CEO de la firma desde abril de 1999. Inprise/Borland es el fabricante de Turmoil, el nombre del software con el que se conocen las herramientas Delphi, C++Builder y JBuilder.

“El problema fue que se perdió el punto de vista de lo que éramos y de quiénes eran nuestros clientes”, asevera Fuller. En un intento por acercarse a las empresas hace un año y medio se cambió el nombre por Inprise. Inprise/Borland no es una compañía de Internet pero sí la empresa que ayudó en los inicios de Internet “ya que para ello se utilizaron nuestros productos. Para cualquier negocio o sistema que trabaja en Internet, nuestra arquitectura está siendo utilizada. Sin embargo no tenemos ninguna prueba de ello porque no hemos sabido cómo comunicarlo”.
A pesar del caos que encontró a su llegada a la presidencia de la firma, Fuller no dudó de las posibilidades de relanzarla, ya que contaban con el aval de una base de 3 millones de usuarios Delphi. “Era un reto, un tremendo desafío”, recuerda. Parece ser que lo está consiguiendo: cuando se hizo cargo de la compañía, las acciones se cotizaban a 2,98 dólares y en siete meses se ha triplicado su valor. Las cifras siguen hablando: de 25 millones de dólares en pérdidas registradas en el primer trimestre de 1999 se ha pasado a sólo un millón en el tercero. Dale Fuller atribuye esta buena marcha de las cifras al trabajo en equipo. “Es importante que el CEO no se crea una estrella de rock y permanezca en contacto con el resto de trabajadores”.

Nuevos retos
En la actualidad, Fuller prefiere no oír hablar del pasado y de posibles errores que pudieran haber cometido los CEO precedentes. “Ahora estamos intentando salvar lo que se hizo bien y replicarlo de manera que vayamos hacia delante y evitar más errores”. Queda claro que “a pesar de todas las guerras de tecnología nosotros nos mantenemos. Siempre va a haber desarrolladores y siempre van a necesitar soluciones”.
Microsoft posee el 10% de la compañía, algo que causó un poco de preocupación en algunos clientes. Pero ser socio de un líder del mercado es una necesidad, señala el directivo. “Sin embargo Microsoft tiene restringidos determinados segmentos del mercado como Linux, Solaris o Corba mientras que nosotros podemos jugar en cualquier campo. Microsoft cree en nuestra tecnología y ahora está invirtiendo más en la empresa”.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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