Ibermática cuestiona la razón de ser del mantenimiento de aplicaciones
Manuel Prego y su equipo han creado un "taller de automatización" para generación de programas
Los métodos de producción industrial, extrapolados al ámbito del desarrollo de software (en un volumen considerable), pueden ofrecer modelos de operatividad para potenciar su eficacia. Ibermática ha desarrollado un Taller de Automatización que genera programas a gran velocidad, sin incursiones de código y con la reusabilidad del código garantizada.
Manuel Prego Larreina, el consultor senior de Ibermática que ha diseñado el Taller de Automatización, asegura que es complicado ya establecer diferencias sustanciales entre un proceso de fabricación y los procesos a seguir en la construcción de software. "Existen, también en este caso, una serie de células de fabricación con una tarea predefinida: crear precomponentes, customizar estos componentes y generar el producto final".
En el caso del Taller de Automatización, estas células existen de igual modo, pero con algunas diferencias que le confieren ese "algo" especial. Se trata de la posibilidad de asignar atributos a los conjuntos de líneas de código (esos pre-componentes podría decirse), de forma que la generación de programas completos -paso final- se desarrolle de forma mucho más directa.
El coste de implantación del sistema (entre 18 y 25 millones como tal, aparte de la consultoría y la formación), puede variar en función del volumen de código que haya que generar. "El usuario tipo de este Taller habría de tener unas necesidades aproximadas de unos 300 programas por año". "No obstante", insiste el directivo español, "la amortización es también muy rápida, de uno a dos años aproximadamente".
El proyecto es totalmente personalizado, y consiste básicamente en una infraestructura de red local donde se estructuran los procesos de desarrollo, funcionando bajo Windows pero con la posibilidad de generar código, prácticamente, para cualquier plataforma. "No se trata de tecnología de objetos", quiere aclarar Prego, "se trata más bien de un sistema de construcción a partir de modelos procedurales y componentes de software". En cualquier caso, señala el ejecutivo, el nivel de reutilización se asemeja al que concibe la tecnología orientada a objetos.
Por su parte, los engranajes de propio taller han sido construidos con un lenguaje especial desarrollado por el propio equipo de Ibermática, aunque, como recuerda Manuel Prego, "es absolutamente inocuo y neutro para el programa a generar".
Por último, Prego señala que Ibermática incluye en este programa todos los procesos de consultoría y formación, además del diseño de la normalización.
Normalización como principio...
Prego señala que en esta normalización radica el éxito de una "cadena" de procesos de desarrollo de software a gran escala. "En el caso de muchas compañías, es increíblemente grande el stock de componentes de software, y su coste es directamente proporcional; esto es debido al escaso nivel de normalización, al trabajo sin metodología ni estándares". Para poner remedio a este punto, el Taller de Automatización de Ibermática comienza por un proyecto que tratará de reducir los parámetros con los que se trabaja "el estilo propio", según el consultor. "De este modo", señala, "el índice de reusabilidad en el proceso de aplicación se incrementa considerablemente".
Por todo ello, se hace hincapié en el diseño y construcción de componentes y pre-componentes. "La automatización es posible tras haber cumplido este requisito, nunca antes"
... y automatización como instrumento
Por lo que respecta a este segundo apartado, no le concede Ibermática una importancia secundaria. "Del aspecto de la automatización dependerán luego dos factores más: de un lado, el nivel de calidad; y, de otro, la reducción de costes.
Un minucioso informe, cifrado en líneas de código como unidades de baremo, permite al usuario analizar por sí mismo lo que ha tenido que escribir el programador y lo que se ha generado tras el paso del aplicativo por los diferentes engranajes del Taller. "Los resultados son impresionantes: de 168 líneas escritas a más de 1.000 como resultado final, de 250 a 1300, etc.
Asimismo, Prego recuerda dos detalles de importancia. De un lado, la integridad del programa: "al final del proceso, el programa es exactamente eso, el programa, sin una sola línea de código propio". De otra parte, el elevado nivel de reusabilidad que se ofrece. "Es tal la confianza de Ibermática en este proyecto, que garantiza un nivel de reusabilidad del 60% como mínimo".
Conclusión: productividad
Por último, Manuel Prego esboza algunas conclusiones sobre el resultado de su proyecto. "Yo estoy llegando a la conclusión", señala, "de que hoy por hoy, con soluciones como éstas, comienza a ser cuestionable la razón de ser del mantenimiento de las aplicaciones. Si se puede generar un nivel tan alto de código, con tal rapidez, comodidad y eficacia, los grandes aplicativos no habrían de ser difíciles de regenerar".