¿Está seguro?
Esta simple cuestión es algo que está marcando y marcará la evolución de organizaciones y empresas... Los innumerables avances tecnológicos nos han brindado un mundo mucho más rico, con un abanico casi infinito de posibilidades, pero también y esto es algo en el que muchos no han reparado, enormemente inseguro. Hace años, cuando las opciones eran pocas, la seguridad no suponía ningún quebradero de cabeza pero la irrupción de Internet, con todas sus posibilidades, ha provocado que la seguridad sea uno de los desafíos más críticos para todos. Muchas organizaciones han sufrido cuantiosas pérdidas por una deficiente política de seguridad y todavía son pocas las que consideren la seguridad como una prioridad en sus inversiones. ¿Hacía dónde nos dirigimos? Unos, los fabricantes, desarrollando productos capaces de casi blindar la información y, otros, los menos, desarrollando políticas de seguridad. Pero a tenor de las informaciones parece que todavía no se ha conseguido aunar esfuerzos. Los usuarios afirman que los productos tecnológicos son inseguros. Cierto a medias, ya que si operas en Internet la seguridad total no existe, se puede rozar, pero no alcanzar plenamente y los fabricantes, insistiendo en que la seguridad es una cuestión que compete y compromete a todos. Unos desarrollando productos seguros y otros, utilizándolos de forma segura. Pero lo que últimamente me ha sorprendido es una información de una empresa que ha contratado a unos hackers para su departamento de seguridad. Unos individuos, los hackers, que han sido responsables de pérdidas multimillonarias en muchas compañías, que han sido capaces de entrara en archivos privados y confidenciales de muchos ciudadanos con fines especulativos. En definitiva, unos delincuentes a los que ahora premiamos. Así, creo que no se hacen las cosas. ¿Existe algún miembro en el consejo de dirección de una entidad financiera que haya sido un atracador o un estafador? Pues no. A los delincuentes no se les puede premiar por delinquir.
