El valor de los ES

Desde su aparición en el mercado los enterprise systems (ES) ya sean ERPs o CRMs han disfrutado de una gran aceptación entre la mayoría de las organizaciones. De ahí su gran expansión. Pero también es cierto que han generado una corriente orientada a certificar una mala reputación de estos sistemas basada en que para su implementación era necesario realizar un gran esfuerzo inversor que no se traducía, generalmente, en una generación de valor acorde. De acuerdo con esta idea, Accenture ha elaborado un amplio análisis en el que se concreta que una gran mayoría de las empresas que han implementado ES admitieron que habían sido capaces de conseguir al menos la mitad del valor que esperaban inicialmente. Algo que marca la diferencia entre los enunciados teóricos y la realidad. Y si esas empresas consiguieron generar valor, lo pudieron hacer gracias a dos factores ineludibles a la hora de implementar un ES: tiempo para realizar el proyecto y seguimiento del mismo. Tanto es así, que durante el primer año de implementación la mayoría de las empresas efectivamente se mostraban incapaces de hacer realidad los múltiples beneficios esperados, como reducción de costes; pero a los dos años del proyecto, la situación cambia y ya las empresas son capaces de palpar la mayoría de los beneficios esperados, de todos, menos uno: el incremento en los ingresos. Por todo esto, a la hora de implementar un ES se deben tener en cuenta varios aspectos. El primero, es que la obtención de resultados requiere su tiempo. El segundo se centra en que las empresas deben priorizar objetivos y desarrollar un plan perfectamente estructurado. Y, por ultimo, deben ser conscientes de que la gestión de un ES debe ser entendida como un programa continuo. Es decir, y tal y como asegura Davenport, “ES no es un proyecto sin más, es una forma de vida”.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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