El ROI ya no es prioritario en la toma de decisiones TIC
Las empresas empiezan a valorar más el impacto de las TI en sus procesos
Tras el estallido de la burbuja de las ‘puntocom’ en el año 2000, llegaron al mercado los difíciles tiempos de la constricción de las inversiones en materia tecnológica, que parecen haber finalizado. En esos años, los directivos de TI (CIO) se han visto obligados a justificar un ROI (retorno de la inversión) por cada proyecto que acometían o aplicación o producto que adquirían para su organización. Este ROI se ha llegado a convertir en el factor determinante en la toma de decisiones TIC. Sin embargo, como asegura un estudio realizado hace unos meses por Penteo ICT Analyst, esta tendencia está cambiando completamente. Como asevera José María López, analista senior de estrategia y gobierno TIC y autor del estudio, “los comités de dirección de las organizaciones ya están dejando de considerar el ROI como el factor más determinante para acometer inversiones tecnológicas. Ahora, se valoran otros elementos intangibles, pero imprescindibles como es el valor estratégico que las TIC brindan al negocio y a la optimización de los procesos”. De hecho, según los datos concretos que arroja el estudio, la máxima prioridad para los comités de dirección consultados al decidir sobre las inversiones en tecnología es el impacto positivo que éstas tienen en los procesos de negocio (con una importancia de 4,6 sobre 5), seguido entonces del ROI (3,2 sobre 5).
El rol de las métricas
Para López, esta tendencia debe ir, sin embargo, acompañada de otra forma de medir el ROI de las TIC: “El valor aportado por las TIC hay que medirlo con diferentes dimensiones, pues muchas de sus ventajas son intangibles, como la mejora de los procesos, de la imagen de la empresa, en el control de riesgos, etc. Es necesario atender a los aspectos cualitativos de la tecnología, de cara al negocio, por encima del tradicional ROI”.
En este sentido, la firma de análisis alerta de que aunque en las empresas sí existen procesos de decisión en lo que respecta a estas inversiones tecnológicas, no hay metodologías: “Los departamentos de TIC deben disponer de herramientas o metodologías para la determinación sistemática del valor de negocio de nuevos proyectos”, afirma López. De hecho, según el informe, sólo un 12% de las empresas consultadas emplea metodologías (estándar o desarrolladas internamente) para la evaluación sistemática de la aportación de valor al negocio de los proyectos de TI.
Pautas a seguir
López recomienda a los departamentos de TIC que dispongan de un sistema de identificadores detallados de gestión, estructurado por procesos de negocio, a los que se puedan asociar de forma automática indicadores de TIC. Por otro lado, a la hora de prever la utilización de recursos financieros al considerar iniciativas y proyectos de TIC, es necesario considerar las relaciones e interacciones de unos procesos con otros y contemplar los requisitos de cada una de las fases de su ciclo de vida (construcción, implantación, operación y retirada). Asimismo, es clave la monitorización de los resultados obtenidos por los proyectos de tecnología tras su implantación, así como la realimentación de éstos en los procesos de decisión. Finalmente, Penteo ICT Analyst recomienda que existan mecanismos de coordinación permanente entre las áreas de negocio y el departamento de TIC, “aspecto que se está mejorando mucho en los últimos años con la filosofía existente en las organizaciones de alinear la tecnología con los procesos de negocio”.
Gloria Nuño, directora de TI de Daikin
“Es más importante lo que las TIC pueden aportar
al negocio, que el valor económico que conllevan”
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Gloria Nuño, CIO de Daikin, asegura estar totalmente convencida con la afirmación de la firma de análisis Penteo, que apunta que en las empresas españolas el ROI está dejando de ser prioritario para decidir inversiones en TIC, mientras que ganan peso los beneficios cualitativos de la tecnología y su impacto en los procesos de negocio. “Estoy plenamente de acuerdo –asevera–. Siempre he defendido que la mejora en procesos de negocio no es fácilmente medible, pero hoy en día hay gran diferencia entre las empresas que se limitan tan sólo a justificar sus gastos, y las que realmente están invirtiendo en tecnología, de forma que a medio plazo ganan en operatividad y rentabilidad”.
Nuño señala que en su empresa, Daikin, “en estos momentos no se priorizan los proyectos por el valor del ROI, sino por lo que puede suponer de mejora en los procesos de negocio. Es muy importante estar en un continuo cambio y adaptarse de forma rápida. Es más importante lo que las TIC pueden aportar al negocio, que su valor económico. La tecnología está sufriendo cambios muy bruscos, y hay que estar continuamente actualizándose”.
Finalmente, la directiva recuerda: “Daikin España ha apostado claramente por la inversión en las TIC; esto significa asegurar mejoras notables en la forma de trabajo y en eficacia”.
Antonio Novo, responsable de TI de La Bella Easo y presidente de IDiA
“El retorno de inversión, en su definición clásica, resulta inadecuado”
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Antonio Novo, responsable de Tecnologías de la Información de la compañía La Bella Easo y presidente de la asociación IDiA, está de acuerdo con la inexistencia de métricas en las empresas que permitan medir el ROI de las TIC: “Muchas compañías invierten sin medir, ni antes ni después, parámetros económicos y productivos. Especialmente en la pyme, que al fin y al cabo es un altísimo porcentaje de nuestro tejido industrial. Resulta más que complicado conocer la cifra real de inversión TIC en la pyme según tipos de proyecto. No medimos, y de esta forma, ¿cómo mejorar?, ¿cómo convencer, especialmente al pequeño empresario?”. Para Novo, “el ROI, en su definición clásica, resulta inadecuado. Recientemente asistí a un seminario que proponía un acercamiento al ROI a través del herramientas como el Balanced Scorecard, observando el reflejo que los proyectos TIC tienen sobre ratios bien definidos y ubicados. Parece más viable. En cualquier caso, hay que medir, y continuamente. Que algunos de esos ratios sean ‘cualitativos’ es comprensible y necesario, pero no soy partidario del abandono de los ratios ‘cuantitativos’, por mucho que la relación no sea directa”.
Asimismo, el responsable añade: “Saber las respuestas a preguntas como, por ejemplo, ¿cómo ha evolucionado el ratio de productividad en la empresa X tras los últimos proyectos TIC?, ¿y cómo han mejorado las ventas?, puede ayudar a acreditar o descartar las inversiones realizadas”.