El precio de un liderazgo inseguro
Aumenta la rotación de los DSI
El nivel de cambios o ceses en el puesto de trabajo DSI en las grandes empresas de Estados Unidos ha ido de mal en peor, pasando en dos años de un 24% a un 40%. Se trata de una tasa inaceptable, que obligaría a las organizaciones de SI norteamericanas a dedicar toda su atención a reparar operaciones fallidas mediante costosas improvisaciones.
Analizando la lista de correo actualizada, es posible comparar ahora los nombres de directores de información respectivos de 1996 y 1997 para las 300 mayores empresas de Estados Unidos. Sorprendentemente, se observa que esta tasa de desgaste de los Directores de Sistemas de Información se ha acelerado, y que, este año, 103 compañías han nombrado a nuevas personas para este cargo. Las bajas registradas en la lista incluyen a varios ejecutivos prominentes que a lo largo de los años han recibido premios por su capacidad y elogios de otro tipo en este cargo. Sólo 152 DSIs designados permanecieron en su puesto de trabajo el año pasado, lo que significa que se ha registrado una extraordinaria tasa de rotación del 40%.
Y eso no es todo. Esta tasa podría ser aún mayor, ya que en ella sólo se tienen en cuenta las 255 compañías que quedaron incluidas en la lista de las 300 principales en ambos años. ¿Y las otras 45 compañías?
Algunas compañías que aparecían en la lista de 1996 no se encontraban entre las 300 principales este año. Otras no declaraban tener un Director de Sistemas de Información en 1996, pero incluyeron uno en 1997. Y aún otras, no designaron una persona para este cargo de alto nivel el año anterior. Todo ello sugiere un estado de gran alteración en el sector informático, o al menos la necesidad de un cambio en el nivel de dirección tecnológica superior a lo que puede constatarse mediante un simple emparejamiento de nombres.
El motivo de la alta tasa de desgaste
Podría especularse sin fin sobre el motivo por el que un director de Sistemas de Información pierde o alcanza una posición prominente: enfrentamientos de personalidad, fracasos personales, etc. Sin embargo, la tasa de rotación del 40% sugiere que hay algo más profundo en juego. Los rápidos ceses registrados recientemente entre los líderes tecnológicos corporativos no constituyen un suceso aleatorio o temporal, como las manchas solares o los cambios repentinos en las corrientes marinas. Se trata más bien del final de una era de abdicación de la responsabilidad por la gestión de la información por parte de los ejecutivos principales en las empresas, y señala el final de una época de 40 años durante la que la tecnología prevaleció sobre las cuestiones económicas.
La rotación y las alteraciones que se observan hoy indican el comienzo de una fase difícil, después de la cual se establecerá el dominio de esas cuestiones económicas sobre la tecnología, y la necesidad de integrar las TI en la corriente principal de la actividad comercial. Se trata aquí de un cambio fundamental en el modelo comercial y en la estructura de poder. La inseguridad en el puesto de dirección podría alentar a los profesionales de Sistemas de Información a adoptar una orientación más a corto plazo que antes. Puede detectarse ya esta tendencia en la forma en que las compañías adquieren soluciones de sistemas en paquetes sin tomar en consideración las consecuencias a largo plazo para sus presupuestos informáticos. Y, por otra parte, el recurso al outsourcing continúa ofreciendo el alivio más rápido a los problemas, sin que se corrijan las causas de una gestión defectuosas. Ha sido posible ya analizar un número suficiente de planes para resolver el problema del 2000 para observar que esa inseguridad en el cargo de dirección está obligando a un número creciente de centros de proceso a reparar y evitar sus problemas en lugar de reparar los datos. Esto hará que los costos de mantenimiento inducidos por el problema del 2000 se prolonguen hasta la próxima década.
Es poco probable que los oportunistas inclinados a actuar a corto plazo prevalezcan. Cuando la planificación y el control de los costes de propiedad de ciclo completo de los ordenadores se conviertan en una práctica corporativa requerida, sólo a quienes sepan enfrentarse a ello se les pedirá que permanezcan en su cargo. Las TI no son un simple gasto; son una inversión. Quienes propongan e instalen esas inversiones deberán permanecer en el puesto hasta que se materialicen los beneficios prometidos, y la Dirección superior en las empresas se encargará por fin de que la responsabilidad refleje esa misma línea de tiempo.