El hospital del futuro

Un análisis de cómo puede mejorar la atención sanitaria mediante la implantación eficiente de las TI

La aplicación de las Tecnologías de la Información a la gestión hospitalaria supone un importante incremento en la calidad de la atención sanitaria. El presente artículo pasa revista a las posibilidades de aplicación de las TI en dichos entornos.

Seis kilómetros es la distancia aproximada que usted recorrerá dentro de un hospital si permanece ingresado una semana. En ese período será atendido por un mínimo de 60 personas, a la mayoría de las cuales no verá más de 1 ó 2 veces durante toda su estancia. Su admisión en el hospital requerirá de casi 40 tareas, en las que estarán implicadas 10 personas, en un proceso en el que se invertirán 115 minutos para su efectiva realización. Convivirá durante su estancia con médicos que recorren, de media, 7 kilómetros diarios, dedicando, así, a sus desplazamientos dentro del hospital tres horas al día. Podrá observar como el personal de enfermería dedica el 60% de su tiempo a tareas que no son el cuidado directo de los pacientes (el 22%, por ejemplo, a documentar). Si acude a las consultas externas dedicará el 50% del tiempo que permanezca en el centro a resolver trámites administrativos, el 35% a esperas y desplazamientos, y sólo el 15% a recibir asistencia sanitaria.

Estas son algunas de las conclusiones obtenidas por Andersen Consulting en estudios realizados en Europa Occidental y Estados Unidos, en los que se ha revisado la operativa de los centros hospitalarios con la visión de empresas de servicios en vez de con el enfoque tradicional de centros productivos.

Saber Hacer y Querer Hacer: Poder Hacer

No por obvio debemos olvidar que la eficiencia y la calidad de la asistencia sanitaria dependen, en gran medida, de los profesionales que la prestan y de los que les apoyan en su actividad. Hacer bien lo que se debe hacer, en el momento adecuado y a la primera, son principios básicos de la calidad. Cumplir con estos principios requiere saber hacer y querer hacer por parte de las personas que tienen que hacer. Si bien estos dos factores son fundamentales, no son suficientes por sí mismos para garantizar la calidad y la eficiencia. Es indispensable que el entorno de trabajo permita a los que tienen que hacer, poder hacer. Este poder hacer abarca múltiples aspectos, tanto relacionados con la estructura organizativa como con la distribución de funciones, la sistemática de trabajo, la coordinación de las actividades, la ubicación y disponibilidad de los recursos e información, e incluso la propia infraestructura arquitectónica.

El inicio del artículo destaca algunos de los problemas derivados de la forma de actuar actual de los hospitales, y permite ver las grandes oportunidades de mejora que existen en su poder hacer para responder adecuadamente a las necesidades de los pacientes, y optimizar la actividad de los recursos y los costes. Estas oportunidades se transforman en necesidades imperiosas si tenemos en cuenta que los próximos años se caracterizarán por el aumento de las presiones sobre los sistemas de asistencia sanitaria para optimizar su calidad, acceso y costes.

nsformación de la asistencia sanitaria

En El Futuro de la Sanidad en Europa, un estudio sobre las tendencias del sector desarrollado por Andersen Consulting, los 3.000 expertos del sector de 10 países de Europa Occidental que han participado mostraron un gran acuerdo en que para la mejora de la calidad, acceso y coste de la asistencia sanitaria serán clave los siguientes aspectos:

- Implicar más a los médicos en la gestión dentro de los sistemas de asistencia sanitaria.

- Potenciar la gestión clínica.

- Integrar la actuación de todos los recursos dentro de las áreas sanitarias.

- Rediseñar los procedimientos, asistenciales y administrativos.

- Potenciar la gestión de los departamentos orientada a la mejora de la eficiencia.

- Disponer de la información necesaria en el momento y lugar preciso.

Todas estas tendencias concuerdan plenamente con las necesidades de la situación actual comentadas anteriormente. En conjunto apuntan a que el cambio necesario e inaplazable en el poder hacer de los centros asistenciales requerirá de un proceso que, por su dimensión y alcance, supone una auténtica transformación.

El enfoque de mejora tradicional, en el que se ha buscado el incremento de la eficacia departamental a través de la revisión de los procedimientos o de la organización no han sido capaces de mejorar la eficiencia global de los centros. De cara al futuro no son suficientes ni adecuados. Es necesario el replanteamiento global de la forma de actuar, guiados por las necesidades de los pacientes.

El nuevo poder hacer deberá posibilitar y potenciar la calidad y eficiencia de las actuaciones de los profesionales individualmente, y de los centros asistenciales y del sector sanitario en su conjunto. Esta globalización del sector será de gran importancia, ya que la acción conjunta de los diferentes actores implicados (autoridades sanitarias, centros asistenciales, proveedores, etc.) posibilitará en unos casos, y maximizará en otros, los beneficios obtenibles.

La aplicación de las TI

En todo este proceso de transformación, las tecnologías de la información jugarán un papel facilitador clave. Disponer de información precisa y puntual, tanto para la actividad asistencial como para la gestión y planificación ha sido una de las necesidades continuamente destacadas a lo largo del estudio de tendencias mencionado, que prevé que la adecuada aplicación de los sistemas informáticos tendrá un amplio y significativo impacto en la asistencia sanitaria.

La capacidad de los sistemas y centros sanitarios para obtener el mayor valor posible de los recursos económicos disponibles y prestar la mejor asistencia sanitaria a la población, está estrechamente vinculada con la calidad de las decisiones de gestión. Las tecnologías de la información podrán ayudar significativamente en este proceso de toma de decisiones, aportando información concisa, exacta y puntual.

Los expertos coincidieron en los beneficios que se podrán obtener del empleo de las tecnologías de la información en aspectos claramente relacionados con el poder hacer. Entre ellos destacan las aplicaciones destinadas a:

- Apoyar la toma de decisiones, tanto clínicas como de gestión.

- Comunicar los departamentos dentro, y entre centros asistenciales.

-Compartir conocimientos médicos y las mejores prácticas.

- Apoyar los cuidados asistenciales directos a los pacientes.

- Mejorar de la eficiencia de la actividad de los centros asistenciales.

La necesidad de información clínica precisará de una nueva generación de redes de comunicación entre los diferentes departamentos de los hospitales. Estas redes simplificarán los procedimientos y permitirán a los profesionales compartir y disponer de la información que necesitan para proporcionar los tratamientos óptimos, en el lugar y momento precisos.

También será necesario utilizar nuevas tecnologías para la planificación conjunta de la asistencia médica y de enfermería, integrando su información con la de las historias clínicas en las nuevas redes de información. Estas tecnologías deberán simplificar el registro de la información y su recuperación, de modo que los profesionales necesiten dedicar menos tiempo a estas tareas y puedan dedicarlo a la atención a los pacientes. Al mismo tiempo la integración de la información y la planificación de la actividad permitirá optimizar la utilización de los recursos.

Existe un cierto optimismo respecto a la utilización de las tecnologías de tarjetas para la simplificación de la tramitación administrativa. Pero se ha detectado un cierto escepticismo ante la posibilidad de emplear ampliamente tarjetas inteligentes que permitan a los pacientes llevar consigo información relevante de

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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