El CIO del nuevo año se enfrenta al binomio negocio-TI

Decálogo de buenas prácticas

Coincidiendo con el inicio de un nuevo año, no se hacen esperar los decálogos de buenas prácticas para una óptima gestión tecnológica. Alineación entre negocio y tecnología, consolidación y apuesta por los estándares, planificación previa de proyectos en orden a importancia y viabilidad se erigen en algunas de las propuestas más repetidas.

Finalizado el año, las valoraciones de los directores de Sistemas sobre la gestión de su empresa ha sido algo desigual. Con el objetivo de aunar criterios proliferan para el nuevo año los decálogos de buenas prácticas para una óptima gestión tecnológica del negocio.
1.- reunión con empleados y partners. Emplear un día a la semana con los empleados y con la fuerza de ventas con el objetivo de tener, en todo momento, la información sufciente para una visión amplia y segura del negocio.
2.- fijar un alto nivel de servicio. Establecer en todo momento los pilares o servicios básicos sobre los que se sustentan la credibilidad de la organización.
3.- un mínimo de beneficio garantizado. El CIO debe conseguir al menos un 5% anual de beneficios. Cada responsable de Sistemas debe alcanzar una efectividad en su departamento sin necesidad de que ésta venga precedida de una orden del consejero delegado. Más allá de las mejoras provenientes de la consolidación, nadie duda de que el mejor camino para alcanzar unos buenos resultados en el departamento de TI radica en una reducción tanto de la demanda de sistemas como del coste de los servicios.
4.- facilitar una estrategia de negocio de ti. Establecer prioridades y criterios para futuras oportunidades de negocio constituyen dos de las garantías más importantes de una buena gestión estratégica. A pesar de ello, todavía son muchos los CIO que muestran cierto escepticismo en el momento de presentar sus estrategias de negocio fuera de lo que son las paredes de su departamento, en parte debido a la respuesta y el grado de participación que ejercerá la empresa.
5.- afinidad con el cfo. Acercamiento de las rogativas tecnológicas a las premisas financieras. Para ello, el director financiero dotará al CIO de las mismas obligaciones que al resto de los responsables de departamentos como son la fijación de uno fondo para TI, establecer un conjunto de reglas para la gestión del retorno y riesgo de la inversión y anteponer una posición corporativa sobre una inversión estratégica del departamento. Flexibilidad, accesibilidad y capacidad de respuesta deben constituir por tanto, los pilares sobre los que debe asentarse el departamento de Sistemas.
6.- reafirmación de la figura del cio. El director de Sistemas debe resaltar como innatas un conjunto de aptitudes como son la empatía, perspicacia, persuasión y trabajo en equipo necesarias para una buena gestión del CIO.
7.- primeros resultados en seis meses. Ofrecer tan pronto como sea posible, preferiblemente durante los primeros seis meses, una respuesta positiva sobre la mejora que ha supuesto para la empresa la inversión en TI.
8.- estructura sólida. La estrategia tecnológica sobre la que debe sustentar el director de Sistemas su trabajo debe dirigirse hacia una apuesta por los estándares, y una progresiva consolidación tecnológica, necesaria para minimizar costes.
9.- perfil contable. El director de Sistemas debe llevar la gestión de las TI como si de una unidad de negocio se tratara.
10.- planificación de proyectos. El CIO debe fijar, previamente, la viabilidad e importancia de los proyectos que cada año se vayan a realizar.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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