¿Despega por fin la Televisión Digital Terrestre en España?

El desarrollo del plan técnico y del reglamento acelera el mercado

Octubre de 1998 fue la fecha de la aprobación de la Ley Nacional de la Televisión Digital Terrestre. Este anuncio, que era la transposición a la legislación española de las normas dictadas por la UE que regulaban la TDT en toda la Unión Europea, abrió en nuestro país un amplio abanico de expectativas entre representantes de diferentes sectores del mercado, no sólo de la televisión tradicional, sino también entre las empresas de contenidos y de TI, sobre todo entre los desarrolladores de software, a los que se abre, en un futuro no muy lejano, un nuevo campo para la implantación de aplicaciones interactivas.

El anuncio por parte del gobierno el pasado mes de diciembre del Plan de Impulso de la de la TDT ha puesto de manifiesto el retraso y, sobre todo, la falta de iniciativas para su implantación en nuestro país. Después de la publicación en 1998 de la primera Ley sobre la Televisión Digital, en la que, entre otras cosas se la definía como un servicio público de telecomunicaciones en el que la comunicación se realiza en un solo sentido a varios puntos de recepción simultáneamente, utilizando para ello la tecnología digital, el Gobierno se ha visto forzado a publicar, el citado Plan de Impulso dada la indefinición del sector audiovisual español. A este plan le ha seguido el desarrollo, el pasado mes de julio, del plan técnico y del reglamento que desarrolla la ley.
“Estos dos elementos son los que han dado por fin un impulso verdadero a la TDT y marcan un punto de inflexión”, asegura José Pérez, director general de Asimelec (Asociación multisectorial de empresas españolas de electrónica y comunicaciones). Hasta este momento existían planes para la promoción de la TDT, pero la sensación en el sector era de frustración. Estamos ante un círculo vicioso, por un lado los radiodifusores no emiten en digital alegando que los usuarios no cuentan con sistemas para ver las emisión y éstos a su vez no compran descodificadores porque no hay una programación atractiva y diferenciada”.
Con estas acciones el gobierno quiere eliminar el estancamiento del despliegue e implantación de la TDT que está sufriendo nuestro país después de seis años. En este periodo de tiempo, tan sólo unos miles de hogares españoles disponen de TDT, frente a los más de cinco millones del Reino Unido, el millón y medio de Italia, o los 550.000 que disponen de ella en Finlandia.

El apagón tecnológico más cerca
A esta situación de indefinición del mercado se ha añadido otro elemento que complica aún más el panorama. El Gobierno adelantó lo que se conoce como apagón analógico, el cierre de las emisiones de televisión con tecnología analógica, que pasa de 2012, fecha inicialmente prevista, a 2010. Este cambio tiene como objetivo forzar aún más a los interlocutores a que se den prisa en el desarrollo de esta nueva televisión.
Aunque a simple vista no parece que haya un verdadero movimiento entre los distintos jugadores, se están produciendo iniciativas encaminadas a revitalizar la TDT y sobre todo a prepararnos para cumplir los plazos dados por la UE. Entre estas se encuadra el foro creado por Asimelec que integra a radiodifusores, públicos y privados, fabricantes de equipos, instaladores, administraciones públicas y empresas de servicios de valor añadido, plataformas de pago, etc. “Este foro –asegura Pérez–, va a ser un elemento más que nos ayude a conseguir el despegue definitivo”.
A ello contribuirá la Ley de Televisiones Locales aprobada por el gobierno y que diseña el mapa de la TDT, marcando los diferentes niveles que va a tener y que incluyen canales nacionales, autonómicos y locales. Los concursos se podrán en marcha en los próximos meses.

Subvenciones sí, subvenciones no
Hay un aspecto en el que no hay unanimidad entre los diferentes actores de esta función, mientras que los fabricantes, instaladores e incluso algunos proveedores de contenidos, creen que sería necesario que el Gobierno pusiera en marcha una campaña de subvenciones para la compra de descodificadores, como ha sucedido en otros países. Para otros, como Eduardo Sánchez, director general de Veo Televisión, el único canal que emite exclusivamente en digital, “el precio de los descodificadores no va a ser la barrera de entrada, pues los precios serán asequibles para los usuarios, rondarán los 50 euros como media. Creo que lo importante es que el Gobierno lleve a cabo una verdadera campaña de comunicación para hacer ver a los espectadores que la televisión digital es el futuro, no es una opción, sino que todos vamos a tener que adaptarnos a este nuevo sistema”.
Para José Pérez hay otro elemento que fomentará su desarrollo y es que a partir de la promulgación de la ley, todos los edificios de nueva construcción deben contar con la instalación que les permita ponerla en marcha y los antiguos deberán llevar a cabo los cambios necesarios para su adaptación. En opinión del director general de Asimelec, “esto no supondrá un gran desembolso para los propietarios, como término medio y dependiendo del estado de los edificios, el coste rondará los 300 euros”.

Nuevos servicios, t-administración
Hay un aspecto de la TDT que despierta muchas expectativas y es que facilitará el nacimiento de nuevos servicios, muchos de los cuales serían impensables hace unos años. Para Juan José Martínez de Sas, responsable del área de TDT de Corporación Multimedia, “ vamos a ver dos tipos de servicios, por un lado los relacionados con los contenidos audiovisuales, información sobre la programación, guías, resultados deportivos, alertas sobre servicio públicos, y por otro, asistiremos al desarrollo de servicios, muchos de los cuales todavía no podemos imaginar y que tienen que ver con la administración de los ciudadanos, sobre todo en aquellas televisiones gestionadas por los ayuntamientos y las administraciones locales y autonómicas, por ejemplo, calendarios de recaudación de impuestos, e incluso cuando la interactividad sea un hecho, el pago de alguno de ellos”.

Situación de la TDT en Europa
Los diferentes países europeos han ido adaptando la legislación comunitaria a sus propios intereses y el resultado ha sido, cuando menos, más esperanzador que en el caso español. Tras la puesta en marcha en los países nórdicos, abanderados en todo lo que tienen que ver con las nuevas tecnologías, Italia ha sido uno de los más rápidos. El gobierno italiano diseñó un plan de subvención para la compra de descodificadores. Hasta enero, subvencionó con 150 euros la compra de los primeros 600.000 descodificadores. Posteriormente las ayudas fueron de 75 euros para el 1.500.000 siguiente y estudia la puesta en marcha de otro plan similar. Además el gobierno reunió a la industria, creadores de contenidos, fabricantes de equipos y operadores para hacerles ver la importancia de que la TDT saliera adelante. Otra iniciativa puesta en marcha ha sido la de denominar a dos zonas del país, el valle de Aosta y Cerdeña, zonas digitales eliminando la analógica.
En el Reino Unido la puesta en marcha del canal Free View, ha contribuido a que este país cuente con más de 5 millones de abonados a la TDT y una oferta muy amplia, tanto de canales gratuitos como de

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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