CIO con "I" de innovación: el director de sistemas como catalizador de la innovación

Innovación es sin duda la palabra de moda en las organizaciones. Como casi todos los conceptos que el marketing manosea, de tanto usarlo parece que pierde sentido; sin embargo, es la Innovación la que va a devolver a la tecnología y a sus gestores a la vanguardia del negocio.

¿Por qué la innovación es tan importante para el CIO (Chief Information Officer o director de sistemas, que para eso tenemos este maravilloso idioma nuestro)? Porque puede ser la oportunidad que el director de sistemas necesitaba para volver a recuperar posiciones en la organización. Me explico; después del estallido de la burbuja, del fiasco de 2000, y de la “tecnología no importa” del señor Nicholas Carr, el director de sistemas puede volver a ponerse en vanguardia del negocio si es capaz de convertirse en el abanderado de la innovación en la organización. Sin duda, la innovación es una bandera pesada que no va a poder llevar él solo, pero debe ser capaz de asumir el rol de catalizador y coordinador de la innovación, siempre ayudado por las líneas de negocio y con el imprescindible aval de la dirección general (según las últimas encuestas, ocho de cada 10 directores generales incluyen la innovación en su estrategia corporativa para este año).
Además, todos los proveedores del mercado, deberían ser lo suficientemente hábiles para ayudar al director de sistemas en este camino, porque para todos ellos (consultoras, integradoras, fabricantes de software o hardware) el director de sistemas es su puerta de entrada en la organización, su cliente fundamental, y cuanto más capaz de impactar en el negocio sea más fácil será también para ellos seguir aportando valor. A todos los agentes del mercado les interesa un director de sistemas capaz de innovar y todos ellos deberían también ayudarle en ese complicado camino de convertirse en CCI (Catalizador y Coordinador de la Innovación, ya que gustan tanto las siglas).
Permítanme alguna consideración que pueda ayudar al director de sistemas en este camino:

Para centrarse en la innovación, optimice la operación. Ponga orden en eso que “no importa”. Para posicionarse en la innovación es imprescindible dejar lo urgente (la operación de las TI) para centrarse en lo importante; pero para dar este paso hay que optimizar lo “urgente” ya que cualquier fallo en la operación nos hará perder credibilidad en la innovación; además, todo lo que seamos capaces de ahorrar en operación (actualmente alrededor del 80% del gasto TI de las empresas españolas) nos permitirá aumentar los recursos para innovación. Buenas prácticas como ITIL, herramientas BSM y, por supuesto, una buena gestión de proveedores y estrategia de sourcing (léase adecuada gestión de los niveles de servicio de los outsourcers) van a permitirnos optimizar al máximo nuestra operación TI para que finalmente el CIO sea capaz de centrarse en lo importante, que sin duda es la innovación.

No confunda innovar con inventar. Es un error generalizado confundir dos conceptos tan distintos como son innovar e inventar. El director de sistemas como innovador va a utilizar, implantar y extraer valor a cosas que en su gran mayoría están ya inventadas. Permítanme un ejemplo: ¿recuerdan ustedes el grupo finlandés que ganó Eurovisión el año pasado? Sí aquellos, de los disfraces monstruosos y los fuegos artificiales de dudoso gusto. Son un ejemplo genial de innovación. Ellos no inventaron nada, lo que ellos hacen lo hacía gente como los Kiss hace casi treinta años (además muchísimo mejor que ellos), eso sí innovaron. Innovaron porque en un concurso en el que todo eran señoritas monísimas vestidas de rosa y señores estupendos de voces edulcoradas, ellos aparecen de esa guisa y tocando heavy metal. Llevan un modelo ya inventado a un ámbito donde nunca había usado, innovan y ganan.

Sistematice la innovación
La innovación debe ser hoy sistematizada y continua. Es indiscutible que la innovación va a seguir siendo factor determinante en la competitividad. Lo que también es claro es que la ventaja competitiva que la innovación genera cada vez dura menos tiempo; en un mundo en que la capacidad de emulación tiende al infinito. Esto no hace, como algunos indican, la innovación menos importante, todo lo contrario la hace más importante que nunca al convertir la innovación en un continuo. En un mundo en que la ventaja competitiva dura cada vez menos, las aproximaciones discretas ala innovación como inversiones concretas con principio y fin pierden sentido ante la imperiosa necesidad de innovación continua. La innovación va a ser el oxígeno de las organizaciones del mañana y dejar de innovar será dejar de respirar en un entorno en el que sólo habrá sitio para los mejores. Existen hoy soluciones que pueden ayudarle.

Comunique, comunique, comunique... El primer obstáculo para la innovación en cualquier organización es la resistencia al cambio. Ya explicaba Galileo que la inercia es una propiedad de la materia y lo es muchísimo más de las organizaciones. También explicaba Galileo que fuerzas externas a la materia son las que logran alterar ese estado de inercia; en el caso de las organizaciones esa fuerza es la comunicación. El marketing interno de la innovación, es otro de los ámbitos a los que el director de sistemas debe prestar atención. Ya existen empresas españolas cuyos departamentos de sistemas y operaciones disponen de recursos de marketing para ser capaces de convencer de los beneficios del cambio. En este camino es muy útil identificar quick wins, objetivos cercanos y medibles que puedan ser vendidos internamente; no haga esperar a su organización para mostrarle los impactos de la organización, ya que cuanto mayor es la inercia mayor es la impaciencia una vez vencida aquella.

Solo no puede... con amigos sí. Esta sentencia protagonizaba una de las sketch de la maravillosa “Bola de Cristal” y es un muy buen consejo a la hora de innovar. El CIO debe ser capaz de rodearse de “amigos”, primeramente identificar dentro de su departamento los perfiles innovadores, para luego buscar apoyos en otros departamentos de la empresa. Una buena idea puede ser crear un comité de innovación, idealmente presidido por el director general y que incluya personas de muchas áreas distintas: líneas de negocio, financiero y planificación, marketing, etc. El director de sistemas puede reservarse el rol de secretario de dicho comité. Además conviene tener en cuenta que a día de hoy los empleados (sea cual sea su función) son una fuente fundamental de innovación y debemos disponer de métodos y herramientas que nos permitan escuchar las ideas de todos ellos, pero no sólo de ellos: también de nuestros proveedores y partners y, por supuesto, los clientes. Ninguna innovación es tan poderosa como la que parte de los clientes; pero, ¿dispone su organización de mecanismos para “escuchar” a los clientes? Si la respuesta es negativa ya tiene usted un primer sitio en el que empezar a innovar. Por último, pero no menos importante los proveedores (consultoras, fabricantes, etc) pueden ayudarle a entender la innovación que está ahí fuera, escúchelos, pregúntelos, utilícelos. Ellos son los primeros interesados en que usted pueda llevar la bandera de la innovación. a style=position:absolute;l<

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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