Cambio en la estructura de los mercados financieros
Para abordar con éxito el futuro inmediato al que se enfrentan las entidades financieras, estas deben reforzar la figura y las actuaciones del área de control interno dentro de sus organizaciones, velando por el cumplimiento normativo, el control de riesgos y la auditoría interna como estrategias de salida para devolver la confianza a los mercados y en correspondencia a sus clientes. Sin olvidarnos de la importancia que tiene la gestión del cliente en la captación de nuevos y en la retención de los más rentables a través del uso de la información y la gestión de la misma utilizando las palancas en el área de satisfacción y rentabilidad, ante un evidente escenario de pérdida de fidelidad. Para conseguir objetivos a corto, es imprescindible conseguir un equilibrio entre la información a nivel de producto y de clientes, ofreciendo productos que interesen a sus clientes, y no se definan solo desde la perspectiva actual, como se detecta en los primeros pasos de esta nueva concentración financiera.
Como palanca dentro del funnel correspondiente a la innovación, las redes sociales y su asociación con la movilidad deben dar la potencialidad que sus cifras a priori determinan, pasando a combinar modelos de banca de proximidad con modelos personalizados, en donde se debe pensar no tanto en la presencia sino en la capacidad de negocio.
Definir un modelo de gobierno corporativo robusto es la clave que permite a las entidades alinear a las diferentes áreas de la organización con los objetivos de negocio, establecer mecanismos de integración en la gestión de riesgos, definir las herramientas colaborativas que mejoren la eficiencia de los procesos y adoptar una gestión del cambio participativa.
Joan Cardona, CEO-socio director de Atmira.