Calidad del software; ¿qué es eso?
Si el DSI no es parte de la solución, es parte del problema
En opinión de diversos expertos, la calidad del software es deficiente, y sigue empeorando, y la culpa es de los Directores de Sistemas de Información (DSI). Agobiados por reducciones de presupuesto, demandas de los usuarios, presiones competitivas y una tecnología en rápido cambio, los DSI asignan una prioridad menor al control de calidad, si es que se ocupan de ella. El resultado, según especialistas en control de calidad, son unas decisiones mal fundadas que pueden satisfacer a los clientes y a los responsables del presupuesto hoy, pero que no prestarán un buen servicio a ninguno de ambos grupos.
Pocos Directores de Sistemas de Información admitirían su indiferencia ante la calidad, pero con frecuencia aplican un énfasis especial a los tests -que se sitúan al final del proceso de desarrollo- mientras pasan por alto métodos más económicos y de mayor alcance para reducir los defectos del software. El panorama es bastante pesimista. En la mayoría de los casos, simplemente no se presta atención al control de calidad. Las fuerzas siguientes actúan en contra de un director consciente de la importancia de ese control.
Cuando el mainframe cedió el paso a otros tipos de proceso, los métodos de control de calidad ya probados en la práctica quedaron obsoletos y no han sido sustituidos por nuevos métodos efectivos. Las que se conocen como ´prácticas óptimas´ para el contexto cliente/servidor son escasas y dispersas. El alineamiento entre los Directores de Sistemas de Información y Directores Comerciales no se refleja en las actitudes de los programadores y analistas, que con demasiada frecuencia dejan de apreciar la importancia de las funciones comerciales a las que prestan su apoyo en última instancia.
Las presiones de presupuesto obligan a reducciones en áreas que promueven la calidad a largo plazo, pero que no ofrecen beneficios obvios e inmediatos. Las amenazas de recurrir al outsourcing producen el mismo efecto.
El rápido cambio tecnológico y las demandas de los usuarios presionan a los directores a someterse a unos plazos poco realistas. La falta de atención a la calidad está causada por una combinación de falsa economía y “ocultar la cabeza bajo la arena”. Los directores informáticos que piensan que pueden dejar de lado la cuestión recurriendo al outsourcing para el desarrollo del software están equivocados. Lo que tenemos son unos directores de SI no demasiado escrupulosos respecto al control de calidad, y que aceptan dejar su propio trabajo a cargo de otros que pueden estar incluso menos inclinados hacia ese mismo control de calidad.
En opinión de diversos expertos, los DSI consideran con frecuencia que la calidad del software es simplemente una cuestión que requiere unos tests más completos. Naturalmente, no hay nada de malo en los tests, pero para poner en práctica un verdadero control de calidad habrá que interesarse por una mejora en los procesos.
Calidad y plazos
Este énfasis en una mejora fundamental en los procesos falta por lo general en aquellas compañías que producen un software de baja calidad. En muchas ocasiones, esas compañías asumen que unos buenos especialistas o una tecnología excelente resolverán por sí solos la situación. En realidad son las tres cosas las que hacen posible el éxito: tecnología, personas y proceso.
Y, por otra parte, el liderazgo en calidad deberá comenzar fuera del departamento de Sistemas; si la compañía no se encuentra bajo una gestión de calidad total, tampoco lo estará el departamento informático.
Los directores de SI sacrifican con frecuencia y sin necesidad la calidad, para cumplir con unos plazos impuestos por ellos mismos. Esto se debe a que resulta más fácil gestionar y medir algo tangible, como una fecha, que algo intangible como la calidad. La ignorancia, en combinación con la presión de los plazos a cumplir, es el enemigo de la calidad. La mayoría de los directores informáticos, o no han recibido la necesaria cualificación en control de calidad, o han sido obligados por personas incompetentes a creer que la rapidez es preferible a la perfección. No hacer frente a esta presión es una actitud poco profesional e irresponsable. Los desarrolladores de software pueden resistirse a medidas de control de calidad como las revisiones de codificación y de diseño, por temor a ver expuestos sus errores, pero los errores en el software de producción son admisibles cuando el producto se termina a tiempo, y además tenemos previstos unos costos de mantenimiento elevados. Tomar un tiempo adicional desde el comienzo no parece ser muy aceptable en muchas empresas. En opinión de muchos expertos, el atributo de liderazgo que más suele escasear es el valor personal. Se requiere una persona de mucho valor para oponerse y decir, “un momento, vamos a crear un producto de calidad”. Hay que decir a los clientes: “Sabemos que es urgente, pero esperen a mañana y aún así cumpliremos con sus necesidades comerciales”. Los directores informáticos se resisten con frecuencia a los programas importantes de mejora de la calidad, porque temen al fracaso y consideran poco seguros los resultados. Además, se encuentran confusos ante las afirmaciones de grupos de control de calidad como el suyo, y frente a las contra-afirmaciones de los vendedores de herramientas. No existe un consenso en el sector sobre qué es lo que hace disminuir los costos de desarrollo de software. Todos los años, los vendedores presentan un nuevo milagro, que ofrece un glamour y un atractivo mucho mayores que cosas como la formación de las personas y las inspecciones de codificación.
Expertos en calidad
Es aconsejable obtener formación en métodos de control de calidad, y contratar expertos que hayan recibido formación en esos métodos. No obstante, tener especialistas en control de calidad no garantiza esa calidad. Con demasiada frecuencia, no son respetados suficientemente; estas personas se encuentran muchas veces en una posición tan baja en el escalafón que los directores informáticos no les escuchan.
Realizar inversiones para mejorar los procesos de desarrollo de software requiere generalmente cierto esfuerzo, en ocasiones por parte de los especialistas de control de calidad, para convencer de su conveniencia al director de información, y en ocasiones por parte del mismo director de información para convencer de esa conveniencia al ejecutivo principal. La mejor forma de convencer de la conveniencia de los conceptos de control de calidad es utilizando cifras concretas. Si se puede demostrar que es posible ahorrar una cantidad importante del presupuesto informático cada año, se conseguirá su atención.
Los directores informáticos no deberán sentirse intimidados por el esfuerzo requerido para establecer un programa de amplio alcance para la mejora de la productividad y la calidad.
Tecnologías de la Información y productividad
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Los próximos días 2 y 3 de junio se celebrará en Madrid la cuarta edición de la Conferencia Internacional ComputerWorld sobre Tecnologías de la Información bajo el patrocinio de Data General, Informática El Corte Inglés y Microsoft. La Conferencia dedicará este año su atención al siempre actual debate de la productividad generada por los Sistemas de Información y el teórico incremento de la competitividad asociado a éstos. La gestión de la información, y no la Tecnología de la Información, es la clave del éxito para las empresas más productivas. De igual manera, la clave del liderazgo de una empresa ha pasado de situarse en la cuantía de su inversión en informática, a su capacidad de gestionar la información. En un tiempo de recursos escasos, la gestión de estos recursos -y las Tecnologías de la Información son, por definición, recursos siempre escasos- ha cobrado un especial protagonismo en el entorno empresaria